YAKARTA, 27 Abr. (Reuters/EP) -
Indonesia inauguró este martes una cárcel especial para aquellas personas acusadas o condenadas en casos de corrupción, después de que las autoridades de las prisiones hayan sido muy criticadas por permitir a los presos ricos o influyentes vivir con un lujo considerable, entre el que destacan las habitaciones con karaoke, asistentes personales y masajistas e incluso teléfonos móviles dados a cambio de sobornos.
Las cárceles del país también suelen estar abarrotadas. "Hay un problema común de congestionamiento en nuestras prisiones", afirmó el portavoz del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Martua Batubara, que añadió que una de las consideraciones a tener en cuenta es la seguridad de los presos más ricos, como los condenados por corrupción.
"No podemos mezclar a los reclusos criminales con los condenados por corrupción si su seguridad está en riesgo", prosiguió. "En las prisiones no se tiene comodidad, pero la seguridad es importante", añadió.
El nuevo centro de detención para los corruptos es de tres plantas y está construido junto a una cárcel ya existente en el este de Yakarta. Está diseñado para albergar a más de 250 personas.
El presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, que fue reelegido el año pasado en parte por la promesa de afrontar la corrupción, intenta avanzar en su agenda contra este tema también para atraer la inversión extranjera.
El pasado mes de enero, los indonesios se mostraron indignados cuando una fuerza anticorrupción descubrió que la empresaria Artalyta Suryani, condenada por sobornar a un fiscal, tenía una celda privada con una cama doble, una televisión y aire acondicionado, así como acceso a una habitación con karaoke.
