LONDRES, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un hombre iraquí, Mustafa Salman al Jubouri ha sido sentenciado a cadena perpetua por su participación en el secuestro y asesinato de la trabajadora humanitaria británica-iraquí, Margaret Hassan.
Al Jubouri fue declarado culpable por un tribunal bagdadí de ayudar a los secuestradores, mientras otros dos hombres fueron absueltos. Hassan, de 59 años que tenía nacionalidad británica, irlandesa e iraquí, fue secuestrada en octubre de 2004 y recibió un disparo un mes después, aunque su cuerpo nunca fue encontrado, recuerda la cadena británica BBC.
La hermana de la fallecida, la señora Fitzsimons pidió al Gobierno británico que hiciera entrevistas a los detenidos para ayudar a encontrar el cuerpo antes de que se celebrara el juicio, pero el Gobierno rechazó esta posibilidad. Los arrestos fueron hechos por los soldados norteamericanos. El Foreign Office británico alegó que se trata de un caso que compete a la Policía iraquí.
El juicio en el Tribunal Central Criminal iraquí fue el primero que se celebra por el asesinato de un ciudadano extranjero desde el conflicto de 2003. El veredicto fue emitido por tres jueces que revisaron el caso tras tres horas de audiencia.
En la casa de Al Jubouri se halló una bolsa con pertenencias de Hassan, quien había residido en Irak durante los últimos 30 años, estaba casada con un ingeniero iraquí y trabajaba para la ONG Care International. Fue secuestrada cuando se dirigía a su puesto de trabajo el 19 de octubre de 2004.
Según reiteró la hermana de la fallecida, Hassan habría fallecido por la negativa del Gobierno británico a entablar contacto con los secuestradores. Estos hicieron cuatro llamadas al esposo de la secuestrada, afirmó Fitzsimons, en las que pidieron hablar con la Embajada británica, algo que la diplomacia británica rechazó.
