MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Revolucionaria de Irán ha asegurado este viernes haber llevado a cabo ataques con misiles, drones y artillería contra zonas de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí ubicadas cerca de la frontera común debido a la presencia de grupos armados kurdos.
En su comunicado, recogido por la agencia iraní de noticias Tasnim, el organismo ha dicho que los ataques han sido llevados a cabo desde el miércoles "en respuesta a los recientes ataques terroristas en zonas del oeste y el noroeste de Irán".
Asimismo, ha resaltado que ya había reclamado al gobierno regional que actuara para evitar las operaciones de los grupos armados kurdos en la zona, antes de agregar que los bombardeos se han saldado con "un gran número de muertos y heridos".
La Guardia Revolucionaria ha denunciado además que estos grupos habrían intentado "usar a los residentes como 'escudos humanos'", por lo que ha pedido a la población que se aleje de las bases de estas formaciones.
"Como se ha dicho muchas veces, la seguridad nacional y la calma y paz del país, especialmente para los queridos y valientes residentes de las provincias fronterizas, es una 'línea roja' para las Fuerzas Armadas, y particularmente para la Guardia Revolucionaria", ha zanjado.
La Guardia Revolucionaria confirmó el martes la muerte de tres de sus miembros en un ataque ejecutado en la localidad de Piranshahr (noroeste), una zona en la que operan las Fuerzas de Defensa de Kurdistán Oriental (YRK) --brazo armado del Partido por una Vida Libre para el Kurdistán (PJAK)--.
El PJAK es un grupo ilegalizado en Irán que aboga por el autogobierno de los kurdos iraníes y que está vinculado con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
El Gobierno y el PJAK firmaron un alto el fuego en 2011, cuando las autoridades anunciaron que suspenderían la ejecución de prisioneros políticos kurdos si el grupo cesaba sus ataques.
Los dos bandos se acusan regularmente de incumplir el acuerdo pero, en los últimos meses, el número de ataques ha aumentado. Irán tiene unos siete millones de kurdos, lo que representa cerca de un diez por ciento de su población.
La mayoría viven en la región de Kurdistán, situada en el noroeste del país, junto a la frontera con Irak. Se trata de una de la regiones más activas en términos políticos y donde apenas se permiten las discrepancias.
