DUBAI 26 Dic. (Reuters/EP) -
Irán ha negado las acusaciones del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), formado por Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Omán, Qatar y Kuwait, que lo culpan de injerencia en sus asuntos internos y se ha defendido diciendo que esos países están "huyendo de la realidad", según ha informado este miércoles la agencia de noticias ISNA.
El CCG pidió este martes al Gobierno iraní en un comunicado que deje de interferir en los asuntos de la región y el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Ramin Mehmanparast, ya se ha encargado de desestimar las acusaciones.
"Trasladar la responsabilidad de los problemas internos que tengan los estados en la región a otros países es una forma de huir de la realidad y culpar a los demás o usar métodos represivos no es la manera más adecuada para responder a las demandas civiles", ha declarado Mehmanparast citado por ISNA
A pesar de que el comunicado no ofrece muchos más detalles, se entrevé que el país que hace una denuncia de mayor peso es Bahréin, que ha acusado en reiteradas ocasiones a Irán de interferir en su política interna.
En Manama, el ministro de Exteriores bahreiní, Jalid Bin Ahmed Bin Mohamed al Jalifa, ha manifestado que Irán es "una amenaza muy seria". "Políticamente, (hay) muchas intromisiones en los asuntos del CCG, lo que supone una amenaza a nuestra región por la tecnología que se utiliza en el interior de las instalaciones nucleares, y por supuesto, en el inminente programa nuclear", ha señalado Al Jalifa en relación con el programa nuclear iraní.
Interrogado sobre los comentarios de Al Jalifa, Mehmanparast ha afirmado que no merecía la pena responder, de acuerdo con ISNA.
El año pasado, los dirigentes de Bahréin pidieron ayuda a sus vecinos Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos para sofocar las protestas que estallaron en el país con motivo de la supuesta injerencia de Irán en los asuntos internos del CCG. A su vez, Irán condenó la medida porque, según el Gobierno, podría conducir a la inestabilidad regional.
Irán se ha mostrado en desacuerdo con Estados Unidos y sus aliados sobre las acusaciones sobre sus controvertidas actividades nucleares por temor a que se destinen a la fabricación de armas nucleares. Una acusación que Teherán ha negado en repetidas ocasiones.