NAIROBI, 3 Ago. (EP/AP) -
La ministra de Sanidad de Kenia, Charity Ngilu, reivindicó hoy su inocencia de la acusación de ayudar a poner en libertad a una activista detenida que se manifestó el pasado martes contra la decisión de los parlamentarios de aumentarse el salario, y afirmó que simplemente intentaba ayudar a una mujer para que la viera un médico.
"No he cometido ninguna ofensa. No hice nada malo", explicó Ngilu desde las oficinas del Departamento de Investigaciones Criminales, donde permanece retenida. Aunque la Policía se ha negado a dar detalles sobre el arresto de la activista, asegura que los cargos están justificados. "La ley no se va a ver comprometida en este país", indicó el portavoz policial, Eric Kiraithe.
Por su parte, el abogado de Ngilu señaló que su cliente no ayudó a la mujer a "escapar" porque la Policía sabía que iba a ir a un hospital. "Primero, estaba llevando a la prisionera al hospital para ser tratada porque la Policía la ha golpeado gravemente", explicó a la agencia AP el abogado Paul Muite. El hospital dio de alta a la mujer, Ann Njogu, de vuelta a custodia al día siguiente, por lo que no hubo escape, añadió.
Njogu y otras cuatro personas fueron detenidas esta semana después de manifestarse contra los planes de los parlamentarios de subirse el sueldo más de 62.000 euros. Un juez les liberó ayer alegando que habían cumplido el límite de 24 horas para que las autoridades puedan retener a los sospechosos sin cargos formales.
Los activistas, que ofrecieron una rueda de prensa después de su liberación, elogiaron las acciones de Ngilu, afirmando que "lo que hizo fue honorable".
