BEIRUT, 18 Feb. (Reuters/EP) -
Las autoridades kurdas del norte de Siria han asegurado este lunes que no liberarán a los detenidos del grupo Estado Islámico que tienen bajo su custodia pero han exigido responsabilidades por parte de otros países para hacerse cargo de los arrestados, un mensaje que llega después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazara con liberarlos si Europa no asumía su custodia.
Abdulkarim Omar, copresidente de Relaciones Exteriores de la región kurda del norte de Siria, ha dicho que hay unos 800 combatientes extranjeros en sus prisiones, junto a unas 700 esposas y 1.500 niños en campamentos para desplazados. Cada día llegan decenas de detenidos más y familiares de los arrestados.
"No podemos liberarles. Nunca lo haríamos", ha asegurado Omar, que ha alertado de que cualquier ataque en la región por parte de Turquía, que ha prometido aplastar a las milicias kurdas siras YPG, sembraría el caos y permitiría que los yihadistas escaparan.
"Parece que la mayoría de los países han decidido que están hartos de ellos, que les dejan aquí, pero esto es un gran error", ha defendido. Omar ha alertado de que los detenidos son "bombas de relojería".
Este sábado, el mandatario estadounidense exigió a los aliados europeos que se hagan cargo de los cerca de 800 combatientes extranjeros de Estado Islámico detenidos por las fuerzas militares estadounidenses y las fuerzas kurdas en el norte de Siria.
"Estados Unidos ha solicitado a Reino Unido, Francia, Alemania y otros aliados europeos que se hagan cargo de más de 800 milicianos de Estado Islámico que capturamos en Siria y les procesen. El califato está preparado para caer. La alternativa a esto no es nada buena, ya que nos veríamos forzados a dejarles en libertad", aseguró.
