JERUSALEN, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
El ministro israelí de Defensa, Amir Peretz, indicó hoy que Israel pretende crear una zona desmilitarizada en el sur de Líbano desde donde la milicia chií libanesa Hezbolá ha estado lanzando cohetes contra Israel en los últimos días.
"Uno de los objetivos de la operación (militar) es establecer una zona de seguridad en Líbano, sin la presencia de soldados israelíes", señaló Peretz. Por su parte, el jefe del Estado Mayor israelí, general Dan Halutz, informó a un comité parlamentario de que las tropas israelíes se han internado un kilómetro dentro de Líbano con el objetivo de evitar el restablecimiento de los puestos de Hezbolá en la frontera con Israel.
Según Halutz, el líder de Hezbolá, jeque Hassan Nasralá, se encuentra en un búnker subterráneo desde que comenzaron los bombardeos israelíes contra el bastión de la milicia en Beirut. "El jeque Nasralá está escondido en un búnker en Beirut bajo las ruinas del barrio chií. Él y sus ayudantes no han visto la luz del día desde que comenzaron los ataques de la fuerza aérea israelí el jueves", precisó, citado por el diario 'Haaretz'.
El jefe del Estado Mayor indicó que desde ayer "el Ejército israelí está operando de una forma más agresiva y está disparando intensamente en respuesta a todos los cohetes que se están lanzando contra Israel". Según Halutz, llevará algún tiempo al Ejército valorar la efectividad de sus operaciones, ya que "sólo hemos estado operando desde hace unas 100 horas".
Por otra parte, dijo que el Ejército no tiene intención de enviar fuerzas terrestres a Líbano y expresó su esperanza de que esto no cambie.
En las últimas horas, la aviación israelí bombardeó el puerto de Beirut, así como un tanque de gas en un barrio del norte y los barrios del sur de la ciudad. Al menos 21 personas han muerto en estos bombardeos, que hoy entraron en su sexto día, según indica el diario 'Haaretz' en su edición electrónica.
Asimismo, los ataques también destruyeron dos puestos del Ejército libanés en la costa norte del país, matando al menos a seis soldados libaneses, y provocaron daños en casas de miembros de Hezbolá en el este del país, matando a once personas. Cuatro personas más fallecieron en el sur de Beirut y en el puerto de la ciudad, dos personas murieron al alcanzar un misil una zona de aparcamiento para camiones próxima al muelle, según los medios libaneses.
Un portavoz del Ejército israelí indicó que se están investigando los ataques contra puestos militares, ya que "en principio el Ejército israelí no ataca a soldados libaneses". De hecho, las zonas del norte bombardeadas hoy están lejos de Israel y en zonas en las que no opera Hezbolá.
