HONG KONG, 3 Nov. (Reuters/EP) -
La líder de Hong Kong, Carrie Lam, viajará la semana que viene a Pekín para discutir con las autoridades centrales chinas "medidas para facilitar el empleo" en el territorio y aliviar así meses de fuertes protestas contra la injerencia del Gobierno chino sobre la independencia judicial hongkonesa.
Lam, enemiga declarada de los manifestantes por su intento de introducir una ley que facilitaría la deportación de detenidos a China, en lo que supondría una posible vulneración de los Derechos Humanos, llegará a Pekín el martes y se verá con las autoridades al día siguiente con un plan de desarrollo para la región conocida como el Área de la Gran Bahía que conecta Guangdong, Hong Kong y Macao, uno de los más extraordinarios núcleos industriales y comerciales del sur del continente.
Su idea es la de "atraer a talento de primera" con el incentivo de exenciones de impuestos para facilitar "la innovación y el emprendimiento" entre los jóvenes de Hong Kong, uno de los motores de las protestas, muchos de los cuales tienen en mente trasladarse de Hong Kong a esta zona, dados los altos precios del suelo del territorio.
SÁBADO DE VIOLENCIA
La Policía de Hong Kong ha detenido a 200 personas y ha incautado 188 bombas de gasolina este sábado durante las protestas antigubernamentales que se suceden en el país desde hace cinco meses.
Las personas han sido arrestadas por delitos de reunión ilegal, posesión de arma ofensiva, daño criminal y uso de cobertura facial durante una reunión "ilegal", ha expresado la Policía hongkonesa en un comunicado. Además de las 188 bombas de gasolina incautadas, la Policía también ha confiscado bastones extensibles y aerosoles de pimienta.
La de este sábado ha sido una de las jornadas de protesta más violentas desde que comenzaran las manifestaciones en Hong Kong. En último término, se dirigen contra el Gobierno de Pekín, al que acusan de atentar contra sus principios de autonomía.
Los manifestantes han destrozado y quemado tiendas y han dañado instalaciones del transporte público de la ciudad. Además, algunos también han atacado a los transeúntes y han colocado clavos en las carreteras.
Mientras tanto, la Policía de Hong Kong ha vuelto a recurrir a los gases lacrimógenos para despejar la nueva protesta convocada para este sábado en las calles del territorio.
"El continuo vandalismo está afectando seriamente al orden público y la vida diaria de las personas", ha criticado la Policía de Hong Kong, al tiempo que ha reiterado que "no se tolerará ningún comportamiento violento".
