BAMAKO 7 May. (Reuters/EP) -
Malí perdió más de 152.000 millones de francos malienses (231 millones de euros) por la corrupción en los dos años anteriores al golpe de Estado contra el Gobierno de Amadou Toumani Touré, perpetrado por las Fuerzas Armadas en 2012, según las auditorias publicadas ahora.
Los informes difundidos por el nuevo Gobierno maliense correspondientes a los años 2010 y 2011 señalan que se usaron facturas falsas para justificar gastos excesivos y que se obvió la normativa jurídica.
Con los documentos en la manos, el presidente maliense, Ibrahim Boubacar Keita, tendrá ahora que decidir si emprende acciones legales en nombre de la administración pública contra los implicados en estas corruptelas.
Los informes no incluyen nombres de Touré ni de ningún otro posible responsable del despilfarro, sino que se limitan a dar los datos recabados durante la auditoría por las agencias gubernamentales.
Los datos de 2010 deberían haberse conocido el año pasado, pero --según han explicado fuentes oficiales a Reuters-- su difusión pública se ha retrasado debido a la inestabilidad del país africano.
Touré fue derrotado el 22 de marzo de 2012 por un grupo de militares enfadados por la falta de apoyo del Gobierno en la lucha contra los separatistas tuareg y las milicias islamistas en la región del Azawad, en el norte de Malí.
El vacío de poder que provocó la caída del Gobierno de Touré permitió a separatistas e islamistas, algunos de ellos vinculados a Al Qaeda, hacerse con el control de dicho territorio.
Una intervención militar francesa obligó a los rebeldes a retroceder y las elecciones generales de 2013 cerraron el capítulo de la crisis política en Malí, con el ascenso de Keitá al poder.
La región septentrional aún es escenario de ataques esporádicos que suponen pequeñas violaciones del alto el fuego pactado entre el Gobierno y los rebeldes con miras a un acuerdo de paz definitivo.