CHISINAU, 7 Sep. (Reuters/EP) -
Unos 150 activistas han aprovechado la gran manifestación de este domingo para acampar en el centro de Chisinau de forma indefinida y exigir las demandas de la manifestación: la dimisión del presidente, Nicolae Timofti, por su implicación en un fraude bancario por 1.000 millones de euros. También piden la dimisión del presidente del Banco de Moldavia y la convocatoria de elecciones anticipadas.
Los manifestantes han levantado unas 80 tiendas de campaña. "Nuestra protesta seguirá. No se detendrá. La gente solo se marchará de aquí cuando se satisfagan nuestras demandas", ha asegurado en declaraciones a Reuters el líder de la plataforma Dignidad y Verdad (¡DA!), convocante de las movilizaciones.
El movimiento ¡DA! ha tenido un impacto transversal en la sociedad moldava y en la acampada se ha instalado un cartel con los políticos que consideran responsables del fraude: de las figuras más visibles de los partidos europeístas a los dirigentes de los partidos socialistas y comunistas prorrusos.
Durante la marcha del domingo, la más multitudinaria que se recuerda en el país, se corearon consignas como "¡Victoria! Devolved los mil millones". Los 1.000 millones han desaparecido del sistema bancario moldavo, lo que supone la pérdida de una octava parte del PIB del país y ha hecho que pierda valor la moneda, el leu moldavo, y generado una inflación que ha afectado negativamente al nivel de vida de la población.
Los manifestantes centraron su ira en la nueva clase dirigente moldava europeísta que gobierna el país desde 2012 y en particular en los oligarcas que controlan los sectores estratégicos de la economía del país. Sin embargo, también se exhibieron banderas de la UE y algunos oradores pidieron la reintegración de Moldavia en Rumanía, país al que pertenecía hasta 1940.
El primer ministro, Valeriu Strelet, compareció en la misma tarde del domingo ante el edificio de la sede del Gobierno para anunciar que estudiará las demandas de los manifestantes.