JARTUM 16 Abr. (DPA/EP) -
Los manifestantes sudaneses mantienen por undécimo día consecutivo la sentada de protesta ante el complejo del Ministerio de Defensa en la capital de Sudán, Jartum, después de que la Unión Africana haya dado un plazo de quince días a la junta militar para que ceda el poder a un gobierno civil o el país será excluido del bloque.
Las fuerzas del régimen han intentado sin éxito en varias ocasiones desde el inicio de la sentada, el 6 de abril, desalojar a los manifestantes que permanecen acampados ante el complejo militar en Jartum, que alberga además la sede del cuartel general de las Fuerzas Armadas y está cerca de la residencia en la que vivía el anterior mandatario, Omar Hasán al Basir, detenido desde el golpe de Estado del 11 de abril.
A última hora del lunes, el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, se convirtió en el primer líder extranjero que se reúne con miembros de la junta militar sudanesa en Adís Abeba y que transmite su apoyo al país africano tras la renuncia del anterior mandatario.
"El Consejo Militar de Transición ha cumplido muchas demandas de los manifestantes pero para responder a algunas de las demandas de los manifestantes hace falta tiempo", aseguró el lunes el general Jalal Eldin Alshaik, integrante de la junta castrense sudanesa, al término del encuentro con el primer ministro etíope.
El general afirmó que los manifestantes no serán desalojados de la sentada ante el complejo del Ministerio de Defensa y cambió de postura a la hora de referirse a la posibilidad de extraditar a Al Bashir para que sea juzgado por el Tribunal Penal Internacional, que le acusa de genocidio y crímenes contra la humanidad en la región de Darfur.
"La decisión sobre la extradición de Al Bashir (al TPI) será realizada por un gobierno elegido por el pueblo y no por parte del Consejo Militar de Transición", indicó, en una rueda de prensa en Adís Abeba.
La junta militar dijo el día después del golpe de Estado que no extraditaría a Al Bashir a otro país y que si era juzgado, sería procesado por la justicia sudanesa.
Al Bashir está reclamado por el Tribunal Penal Internacional (TPI), con sede en La Haya, por crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y genocidio. A última hora del lunes, la formación de Al Bashir, el Partido Nacional del Congreso, criticó en un comunicado el trato que está recibiendo el expresidente sudanés. Según fuentes consultadas por DPA, varios miembros del partido han sido arrestados desde el golpe de Estado.