Las milicias kurdas avanzan en el territorio sirio tomado por el EI

Actualizado: lunes, 22 junio 2015 19:02

BEIRUT, 22 Jun. (Reuters/EP) -

Las fuerzas kurdas han avanzado este lunes en gran parte del territorio sirio controlado por el Estado Islámico, mostrando un nuevo impulso después de haber tomado un cruce fronterizo controlado por los yihadistas la semana pasada.

Las milicias kurdas, apoyadas por ataques aéreos liderados por Estados Unidos y por pequeños grupos rebeldes sirios, han hecho retroceder siete kilómetros a los yihadistas hasta Ain Issa, localidad situada 50 kilómetros al norte de la ciudad de Raqqa, capital 'de facto' del Estado Islámico, según ha manifestado el portavoz de las fuerzas kurdas, Redur Xelil.

Las fuerzas lideradas por las YPG están luchando contra el Estado Islámico en los alrededores de la base militar 'Liwa 93', en el suroeste de Ain Issa, de acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que se encarga de supervisar el conflicto.

El Estado Islámico ha controlado esta base, dominada anteriormente por el Ejército sirio, desde su captura el año pasado. Si los kurdos vuelven a hacerse con ella, supondría la caída definitiva de Ain Issa, según ha manifestado el Observatorio.

Algunos refugiados de estas zonas han acusado a las YPG de haber expulsado a árabes y turcos de los territorios tomados por el Estado Islámico. Varios altos cargos kurdos niegan haber forzado a la gente a desplazarse y afirman que estas acusaciones sólo tienen como objetivo provocar conflictos étnicos en la zona. El Observatorio asegura que no hay ninguna evidencia de abusos sistemáticos por parte de las YPG, aunque recuerda que se han producido algunos casos individuales.

El rápido avance en la provincia de Raqqa ha desafiado las expectativas de una lucha de larga duración entre la milicia kurda de las YPG y los milicianos del Estado Islámico, que libraron una batalla de cuatro meses en la ciudad fronteriza de Kobani, donde los kurdos derrotaron finalmente a los yihadistas en enero.

Raqqa es la sede principal en Siria del Estado Islámico, grupo terrorista que ha proclamado un califato para gobernar a todos los musulmanes del territorio bajo su control, que hasta ahora comprende grandes áreas tanto en Siria como en Irak.

Estados Unidos ha liderado una campaña de ataques aéreos contra los terroristas en ambos países desde el año pasado. Las milicias kurdas han sido hasta ahora el principal aliado de la campaña estadounidense en Siria, donde Washington cuenta con menos aliados que en Irak.

El frente kurdo del norte de Siria ha sido una de las pocas fuentes de buenas noticias para la coalición nacional contra el Estado Islámico desde que los yihadistas protagonizaran grandes avances el mes pasado en zonas cercanas a Damasco y Bagdag.

Un portavoz del Pentágono afirmó la semana pasada que las fuerzas del Estado Islámico parecían haberse desmoronado en Tel Abyad, ciudad próxima a la frontera turca que cayó en manos de las milicias kurdas en apenas dos días, cortando de raíz la principal ruta de suministros de los yihadistas procedente de Turquía.

TENSIONES CON LOS KURDOS

El avance de las milicias kurdas ha alarmado en los últimos días al Gobierno turco, preocupado por que el aumento de la influencia kurda en el norte de Siria pueda generar cierto malestar étnico entre su propia población kurda, justo al otro lado de la frontera, en el sureste de Turquía.

Ankara ha manifestado a Washington su preocupación sobre el desplazamiento de población no kurda en los alrededores de Tel Abyad, afirmando que se trata de "una especie de limpieza étnica".

Los kurdos sirios han negado su intención de establecer un Estado propio, pero afirman que su ejemplo de autonomía regional puede servir como modelo para llegar a un acuerdo en el conflicto sirio y en cualquier otra zona de la región. La población kurda en Irak también cuenta con Gobierno propio en una región autónoma.

La creciente fuerza de la administración kurda ha generado tensiones con el Gobierno de Damasco, que ha tratado de evitar conflictos directos con la población kurda durante los cuatro años de guerra tratando de afianzarse en zonas donde los kurdos cuentan con gran influencia.

Las tensiones han estallado en Qamishli, ciudad del noreste controlada tanto por los kurdos como por el Gobierno sirio. Las fuerzas kurdas tomaron varios puestos de control del Gobierno en esta localidad la semana pasada, después de varios enfrentamientos en los que los funcionarios kurdos culparon al Gobierno sirio de instigar el conflicto árabe-kurdo.

Funcionarios del Gobierno sirio no han realizado ningún comentario específico sobre los eventos en Qamishli pero han manifestado su sospecha de que algunos kurdos alberguen deseos separatistas. Los kurdos "y nosotros somos amigos, pero no existe un estado de armonía permanente", ha asegurado una fuente gubernamental que desea permanecer en el anonimato.

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