BEIRUT, 23 Jun. (Reuters/EP) -
Las milicias kurdas sirias han anunciado que han arrebatado una localidad al grupo terrorista Estado Islámico en la provincia de Raqqa, su principal bastión, este lunes, siguiendo adelante con su ofensiva con el apoyo de los bombardeos aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos.
El portavoz de las Unidades de Protección Popular (YPG), Redur Xelil, ha indicado que Ain Issa está bajo "control local", al igual que varias decenas de localidades cercanas. Ain Issa se encuentra a 50 kilómetros al norte de Raqqa, la capital de facto del autoproclamado califato del Estado Islámico.
Esta nueva conquista se suma a la captura la semana pasada de la localidad de Tel Abyad, en la frontera con Turquía, lo que ha frenado el avance del grupo terrorista, que el mes pasado se hizo con Palmira, en Siria, y con Ramadi, en Irak.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que hace un seguimiento de la guerra mediante informantes, ha confirmado que los combatientes de Estado Islámico se han retirado por completo de la localidad.
Durante la noche, las milicias kurdas y otros grupos insurgentes se han hecho con el control de la cercana base militar Liwa-93, un objetivo estratégico que Estado Islámico capturó el año pasado de manos de las fuerzas gubernamentales.
El avance hacia Ain Issa deja a las fuerzas kurdas y los pequeños grupos rebeldes que luchan junto a ellos a 50 kilómetros de Raqqa, si bien Xelil ha dicho que el asalto sobre la ciudad aún no está en la agenda.
"Raqqa es una ciudad siria, como Tel Abyad y Kobani, y todos los sirios la quieren libre del terror de Daesh (nombre en árabe de Estado Islámico). Pero en estos momentos, no está incluido en nuestra agenda", ha explicado Xelil.
PALMIRA
En una batalla separada, el Ejército sirio y las milicias que luchan a su lado han ganado terreno en el noroeste de la ciudad de Palmira, que Estado Islámico capturó el mes pasado de manos del Gobierno, según el Observatorio y una fuente en Siria conocedora de la situación.
Según el Observatorio, las fuerzas gubernamentales también han avanzado en el oeste de Palmira, donde se encuentran ruinas romanas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Los milicianos de Estado Islámico consideran tales monumentos como ídolos que deben ser destruidos y han colocado explosivos en las ruinas, según el Observatorio el sábado, haciendo aumentar el temor a que los monumentos puedan seguir la misma suerte que otros destruidos previamente por Estado Islámico en Irak.
"No podemos decir que esta sea la batalla de Palmira. Es una batalla para fortificar las líneas defensivas del régimen", ha señalado la fuente en Siria conocedora de la situación.