Actualizado: viernes, 10 noviembre 2017 7:47

MADRID, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Misión Unidimensional Integrada de Naciones Unidas para la Estabilización en República Centroafricana (MINUSCA) liberó a varios rebeldes acusados de tirotear a un 'casco azul' en 2015, poco antes de las elecciones presidenciales en el país.

Según un documento confidencial al que ha tenido acceso la cadena de televisión británica BBC, los dos rebeldes fueron entregados a su comandante debido a que la misión decidió "apaciguar las elecciones" al liberar a los sospechosos, que habrían cometido un crimen de guerra al abrir fuego contra un 'casco azul'.

El suceso tuvo lugar cuando cuatro milicianos de la Unión por la Paz en RCA (UPC) fueron interceptados en un puesto de control de la ONU en la localidad de Galaboroma, tras lo que dos de ellos abrieron fuego contra un 'csaco azul', que resultó herido.

Las tropas de la misión abrieron fuego en respuesta, matando a uno de los milicianos, identificado como 'Junior', e hiriendo a un segundo. Los otros dos fueron arrestados.

Tras ello, la MINUSCA recalcó que "cualquier ataque contra la población civil o el personal humanitario y de la ONU es un crimen de guerra que puede ser juzgado según las leyes de RCA e internacionales".

Asimismo, el oficial de más alto cargo de la ONU en la localidad de Bambari, Zlatko Bars-Dimitroff, recomendó la "entrega inmediata" a Bangui para "una investigación adecuada" por parte de las autoridades judiciales.

A pesar de ello, el documento confidencial recoge que la MINUSCA decidió finalmente liberar a los milicianos --Rodolphe Sombo-Igain y Ilyassa Ibrahim-- para "apaciguar las elecciones en la región de Ouaka". Ambos fueron entregados al líder local de la UPC, Alí Darassa.

Técnicamente, ambos están en libertad provisional, por lo que podrían ser investigados, si bien el investigador de Human Rights Watch (HRW) Lewis Mudge ha recalcado que "en el contexto actual, implica dejarles marchar".

Las fuerzas de Darassa han sido acusadas de múltiples abusos y ataques contra la población civil, incluido uno justo el día siguiente al incidente con los 'cascos azules', en el que fueron asesinados ocho civiles en el campamento de desplazados de Ngakobo, si bien la UPC niega las acusaciones.

Diane Corner, un alto cargo de la ONU durante el suceso, ha sostenido que la liberación de los milicianos "fue una decisión difícil", explicando que "la necesidad de garantizar la calma en las elecciones era una preocupación".

"Cuando los hombres de Darassa pueden tirotear a tropas de pacificación y masacrar a civiles sin repercusiones, plante preguntas sobre el nivel de compromiso del Gobierno, la MINUSCA y los socios internacionales con la rendición de cuentas", ha criticado Mudge.

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