BAMAKO 29 Jul. (Reuters/EP) -
El primer ministro interino de Malí, Cheick Modibo Diarra, ha afirmado que se mantendrá en su cargo a pesar de la fecha del 31 de julio fijada por la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) como límite para la formación de un nuevo gobierno que incluya a las principales fuerzas políticas del país.
El norte del país está controlado por Ansar Dine, una milicia islamista afín a Al Qaeda que se adueñó de la rebelión tuareg iniciada el 17 de abril. Ante la derrota de las fuerzas gubernamentales, el 22 de marzo se produjo un golpe de Estado militar que derrocó al Gobierno. Ahora Diarra --antiguo astrofísico de la NASA-- encabeza un Ejecutivo provisional que pretende restaurar la estabilidad, organizar unas elecciones democráticas y derrotar a los islamistas.
"No dimitiré y no puedo dimitir. Los islamistas no se han apropiado del norte del país desde el 22 de marzo ni desde el 17 de abril, sino en los diez últimos años. Un gobierno de transición no puede echarlos en tres meses. Necesitamos tiempo para organizarnos", ha afirmado Diarra en un discurso emitido anoche por la televisión pública maliense.
Ahora los defensores del golpe de Estado que critican la corrupción de la anterior clase política defienden la continuidad de Diarra y rechazan la intervención militar con la que amenaza la CEDEAO. Sin embargo, otras fuerzas políticas piden cambios y no ven con malos ojos la entrada de tropas extranjeras.
Otro actor en la crisis es el presidente interino, Dioncounda Traoré, quien regresó este viernes de Francia donde recibió atención médica debido a la paliza que recibió tras la invasión del palacio presidencial por parte de una turba favorable a los golpistas.
En este sentido, Diarra no llegó a desafiar la autoridad del presidente, que tiene la capacidad de destituir al primer ministro. "No tengo tiempo para la polémica. Mi misión es retomar el norte y organizar unas elecciones", ha afirmado el primer ministro en su discurso televisivo.