MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha informado este martes de su decisión de suspender sus actividades humanitarias en la región Suroeste de Camerún, tres meses después de que cuatro miembros de su personal fueran arrestados por llevar a cabo su trabajo.
En un comunicado, MSF ha lamentado que, en estos meses, aún no se han producido "avances significativos" en sus casos y los trabajadores permanecen detenidos, razón que les ha llevado a la suspensión de sus labores en la región, una decisión que es efectiva desde el 29 de marzo. La organización busca "centrarse exclusivamente" en conseguir la liberación de sus compañeros.
El 27 de diciembre de 2021, dos trabajadores de MSF fueron arrestados cuando la ambulancia en la que trasladaban a un paciente con heridas de bala que necesitaba asistencia urgente fue interceptada en el puesto de control de Nguti.
A pesar de que MSF, organización presente en Camerún desde 1984, siguió los procedimientos de notificación humanitaria acordados con las autoridades, los dos trabajadores resultaron detenidos y permanecen todavía arrestados en fase de instrucción en la cárcel de Buea. Se les investiga por "complicidad con el secesionismo" por cumplir con sus obligaciones médicas.
En las semanas siguientes, dos compañeros más fueron también detenidos por la Gendarmería. Todos ellos reciben asesoramiento jurídico y MSF mantiene comunicación regular con ellos y sus familias.
La organización ha resalto que, paralelamente a los procedimientos legales, los representantes de MSF han tratado de comunicarse con las autoridades camerunesas y otras partes interesadas, a diferentes niveles, para proporcionar información y clarificar sus actividades y procedimientos médicos con el objetivo de facilitar su liberación.
Sin embargo, todavía no se ha producido un progreso significativo en sus casos, ha lamentado MSF, que ha agregado que todo ello ha sucedido a pesar de que, en febrero, una organización camerunesa independiente concluyó en un informe sobre las detenciones --encargado por el propio Ministerio de Defensa-- que MSF y sus colegas debían ser exonerados de cualquier infracción, que la organización estaba actuando de acuerdo con sus principios humanitarios y que los trabajadores debían ser liberados inmediatamente.
A juicio del director de operaciones de los programas de MSF en África Central, Sylvain Groulx, la situación de la organización es "insostenible". "Por un lado, nuestras actividades son necesarias y, por otro, quienes prestan ayuda médica se arriesgan a ser perseguidos por hacer su trabajo", ha explicado.
"Para cumplir con nuestro deber con nuestros pacientes necesitamos que se den unas condiciones previas básicas que nos permitan trabajar en un entorno seguro", ha agregado, antes de asegurar que "MSF continúa abierta al diálogo con las autoridades y poder resolver esta cuestión lo antes posible, con el objetivo de que podamos reanudar nuestras actividades médico-humanitarias".
Como organización médica internacional, MSF proporciona apoyo médico imparcial a todos los pacientes que lo necesitan, de acuerdo con la ética médica, y el Derecho Internacional humanitario.
"Nuestros equipos están en contacto con todos los actores armados implicados, tanto estatales como no estatales para garantizar el acceso a la atención médica y a la ayuda humanitaria y al mismo tiempo disponer de la máxima seguridad para nuestros equipos y pacientes, en Camerún como en cualquier otra parte del mundo", ha remarcado Groulx.
"Esto no puede considerarse en absoluto como una falta de imparcialidad o un acto de connivencia con ninguna de las partes implicadas en la violencia actual de las regiones anglófonas", ha remachado.
