Actualizado: viernes, 6 enero 2017 16:27


GINEBRA, 6 Ene. (Reuters/EP) -

Miles de niños de Damasco se encuentran en grave peligro de padecer enfermedades dadas las restricciones de agua potable que asolan desde hace dos semanas la capital de Siria, según Naciones Unidas.

"Estamos gravemente preocupados por el riesgo de enfermedades de transmisión por el agua entre los niños", ha reconocido el portavoz del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, Christophe Boulierac, tras conocer que los dos principales suministros de agua para la capital, Wadi Barada y Ain el Fijah, se encuentran inhabilitadas por "ataques deliberados".

Naciones Unidas ha declinado identificar a los responsables de estos ataques pero tanto el Ejército sirio como las milicias aliadas del partido chií libanés Hezbolá llevan bombardeando desde hace semanas las posiciones rebeldes concentradas en el valle del Barada, a pesar del alto el fuego en vigor.

Algunos barrios de Damasco solo disfrutan de agua durante dos horas cada tres o cuatro días y muchos de los residentes están comprando botellas a vendedores ilegales que no garantizan la calidad del líquido.

El asesor humanitario de la Misión de la ONU para Siria, Jan Egeland, advirtió ayer de que la negación de agua o los ataques deliberados contra líneas de suministros de agua constituyen un crimen de guerra. Asimismo, lamentó la enorme dificultad que supone reparar las fuentes de agua por "una red de obstáculos" compuesta por la lentitud burocrática de las instituciones sirias, por no mencionar los ataques entre rebeldes y fuerzas progubernamentales.

"El equipo de UNICEF que visitó Damasco ayer ha descubierto que la mayoría de los niños deben caminar durante media hora hasta la mezquita o fuente pública más cercanas y tienen que guardar dos horas de cola a pesar de las temperaturas bajo cero", lamentó el portavoz Boulierac.

Para aliviar este problema en la medida de lo posible, UNICEF ha entregado generadores para bombear hasta 200.000 metros cúbicos de agua diarios, una cantidad que se antoja insuficiente para los tres millones y medio de hombres, mujeres y niños que viven en Damasco.

Más noticias

Leer más acerca de: