ROMA, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un joven senegalés de 29 años ha muerto carbonizado durante un incendio declarado en un campamento de inmigrantes situado junto al puerto de la localidad de San Ferdinando, en la región de Calabria, en el sur de Italia.
El incendio ha destruido una veintena de chabolas y se originó al parecer en un brasero improvisado encendido por los propios inmigrantes para combatir el frío y se propagó rápidamente debido a los materiales inflamables utilizados para levantar estas infraviviendas, informa la prensa italiana. El fuego fue extinguido por bomberos.
La víctima había obtenido un permiso de residencia obtenido por razones humanitarias, que sin embargo expiró en marzo de 2018 y no se renovó debido a la falta de documentación.
Otros 15 inmigrantes que han quedado a la intemperie han sido acogidos en tiendas de campaña aportadas por el Ayuntamiento de San Ferdinando
Mientras, el ministro del Interior, el ultraderechista Matteo Salvini, ha afirmado que la zona será desalojada. "Lo prometimos y lo haremos porque la ilegalidad y la degradación causan tragedias", ha afirmado, al tiempo que ha reprochado que se habían ofrecido 133 plazas en proyectos de acogida, pero "solo se unieron ocho, ¡ocho!". "Prefieren quedarse en las barriadas, en la ilegalidad", ha reprochado.
El joven fallecido vivía en este campamento levantado hace más de 30 años para alojar a los jornaleros que trabajan en la recogida de naranjas por unos 20 euros al día. No es el primer inmigrante que fallece de esta forma en este campamento: a principios de diciembre murió un gambiano de 18 años y en enero de 2018 una nigeriana de 26 años, Becky Moses, murió en otro incendio. Otros fuegos se saldaron sin víctimas mortales en diciembre y julio de 2017.
Las secciones para Calabria de los sindicatos CGIL y FLAI han recordado que llevan años denunciando las condiciones "indignas de un país civilizado" en las que viven los inmigrantes en San Ferdinando sin que se haya hecho nada para resolver esta situación.
El presidente del Parlamento italiano vistió el campamento de San Ferdinando en junio y al mes siguiente fue el ministro del Interior, el ultraderechista Matteo Salvini, quien viajó al campamento y prometió "imponer algunas reglas y controles para garantizar los derechos de quienes exigen derechos y no de todo el mundo". La realidad es que no cambió nada.
