Actualizado: viernes, 21 agosto 2015 20:48

GINEBRA, 21 Ago. (Reuters/EP) -

La ONU ha pedido este viernes que los crímenes perpetrados por las fuerzas de seguridad sudanesas en Darfur en 2014, entre los que se incluyen tirotear, matar y raptar a civiles, no queden impunes, en un informe que también aborda los abusos cometidos por los rebeldes.

"Las autoridades deberían poner fin a la impunidad endémica en Darfur", ha afirmado el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein. Zeid ha instado al Ejecutivo de Jartum a cooperar con las investigaciones nacionales y las del Tribunal Penal Internacional (TPI), que comenzaron en 2005. El TPI ha emitido una orden de arresto contra el presidente de Sudán, Omar Hassan al Bashir, por cargos de crímenes de guerra y genocidio en Darfur.

El Ejército llevó a cabo bombardeos aéreos y ataques terrestres contra civiles y quemó pueblos en una ofensiva para poner fin a la insurgencia en el norte y sur de Darfur, ha criticado la oficina de Derechos Humanos de la ONU, señalando las serias violaciones del derecho internacional.

Las fuerzas de mantenimiento de paz de la Unión Africana y Naciones Unidas, que en Darfur se conocen como UNAMID (en sus siglas en inglés), registraron 411 casos de abusos a manos de ambas partes del conflicto, afectando a 980 personas, según el informe. Casi una tercera parte de los crímenes estaban vinculados a violencia sexual. Asimismo, la UNAMID ha documentado la muerte de 392 personas en la región occidental en 2014.

La ONU cree que las cifras reales son mayores debido a que las víctimas no los notifican por miedo a las represalias, al estigma social y a la pérdida de confianza en las autoridades para que tomen medidas.

VIOLACIONES EN MASA

"Estos (crímenes) incluían secuestros, asaltos físicos y ataques armados contra civiles, especialmente contra desplazados internos, causando heridos y muertes y casos de violencia sexual, como violaciones, violaciones en masa y acosos sexuales", explica el informe.

Según la ONU, las Fuerzas Armadas sudanesas están acusadas de haber cometido violaciones en masa a más de 200 mujeres y niñas en Tabit, una ciudad de Darfur Norte, aunque las cifras probablemente sean mayores ya que las autoridades del país africano negaron el acceso a la UNAMID en varias ocasiones.

"Los casos que implican a elementos de la seguridad del Gobierno y a las milicias asociadas tienden a ilustrar la debilidad de las instituciones del orden público y el grado de impunidad en el que se cometieron las violaciones", ha advierte Naciones Unidas.

El jueves, Al Bashir propuso dos meses de alto al fuego con los rebeldes y estableció una fecha para un nuevo encuentro en el proceso de reconciliación nacional que colapsó en enero.

El Gobierno de Sudán se enfrenta a una revuelta en Darfur desde 2003 y a los rebeldes separatistas, que se unieron a la insurgencia en el Nilo Azul y en Kordofán Sur desde que, en 2011, Sudán del Sur se independizó. Más de 300.000 personas han muerto en el conflicto de Darfur, según la ONU.

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