GINEBRA, 18 Abr. (Reuters/EP) -
El coordinador humanitario de la ONU para la crisis de Siria, Panos Moumtzis, ha reclamado a la comunidad internacional soluciones para los 2.500 niños con nacionalidades extranjeras que están en el campo de desplazados de Al Hol, en la zona noreste de Siria.
Hasta este enclave han llevado unas 75.000 personas, en su mayoría tras huir del último bastión que le quedaba al grupo terrorista Estado Islámico. Con el fin del 'califato', ha surgido también el debate sobre el futuro que deben correr los extranjeros llegados de zonas en conflicto.
"Los niños deberían ser tratados como víctimas. Cualquier solución debe tener en cuenta el interés del niño", ha subrayado Moumtzis durante una comparecencia ante los medios en Ginebra. Así, ha instado a tomar medidas "independientemente de la edad del niño, su sexo o la supuesta afiliación de su familia" a grupos radicales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el campo de Al Hol hay unos 17.700 niños de entre seis y 15 años, de los cuales alrededor de una quinta parte tendrían derecho a una nacionalidad extranjera. La ONU estima que más de 200 personas han muerto, en su mayoría por heridas infectadas, quemaduras graves o diarrea aguda.
