MADRID, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha anunciado este miércoles la reiterada de Etiopía de la directora del Fondo de Población de la ONU en el país africano, Dennia Gayle, por unas polémicas declaraciones sobre el conflicto en Tigray (norte), en la segunda decisión de este tipo durante los últimos días.
La decisión sobre Gayle, recogida por la cadena de televisión británica BBC, llega después de que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) impusiera una baja administrativa a la jefa de su misión en Etiopía, Maureen Achieng.
Ambas mujeres criticaron en una entrevista cifras facilitadas por la ONU sobre el conflicto que describieron como sesgadas a favor del Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) y cargaron contra miembros del organismo que "cayeron del cielo" en Adís Abeba tras el inicio del conflicto, dejando de lado al personal sobre el terreno.
El Gobierno de Etiopía tildó el martes de "profundamente preocupante" la decisión de la OIM sobre Achieng y resaltó que había sido tomada después de que la mujer "dijera la verdad sin adornos sobre el sesgo institucional en el sistema de la ONU en relación con la criminalidad del terrorista TPLF".
"Las políticas internas y externas de influencia en los escalones más altos de poder en el sistema de la ONU tienen que ser investigados de forma exhaustiva", manifestó Billene Seyoum, portavoz de la oficina del primer ministro a través de una serie de mensajes publicados en su cuenta en la red social Twitter.
El Ejecutivo etíope expulsó recientemente a siete trabajadores de la ONU tras acusarles de extralimitarse en sus funciones, tras lo que recalcó que no tenía por qué dar explicaciones, tal y como había reclamado el secretario general del organismo internacional, António Guterres.
Entre los expulsados está la representante de UNICEF en Etiopía, Adele Khodr; y varios trabajadores de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), así como de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
El conflicto comenzó en noviembre del año pasado cuando Abiy ordenó una ofensiva militar en represalia por un ataque a una base del Ejército en Mekelle, tras meses de tensiones entre el TPLF y el Gobierno central en torno al aplazamiento de las parlamentarias, finalmente celebradas en junio y en las que Abiy logró una victoria aplastante ante los llamamientos al boicot y la falta de votación en varias zonas --entre ellas Tigray-- por la inseguridad.
Sin embargo, el TPLF logró importantes avances en junio que le permitieron recuperar Mekelle, tras lo que Abiy anunció un alto el fuego unilateral citando motivos humanitarios, rechazado por el grupo, que expandió su ofensiva a las adyacentes regiones de Amhara y Afar, haciendo temer una propagación de la guerra al resto del país.