JERUSALÉN, 6 Sep. (EUROPA PRESS) -
Tropas israelíes, apoyadas por tanques y escavadoras, lanzaron hoy una incursión contra milicianos palestinos, tras adentrarse un kilómetro en la Franja de Gaza, a pesar de que ayer el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, reconociera que una gran operación en el territorio era inevitable.
Barak declaró ayer que las Fuerzas de Defensa Israelíes están planteándose una incursión a gran escala en la Franja de Gaza "con la intención de parar el lanzamiento de cohetes caseros y la consolidación (de las organizaciones de milicianos)" justo después de que el Gabinete de Seguridad decidiese no alterar significativamente las acciones que realizan hasta ahora sus tropas en la Franja, según informó el diario israelí 'Haaretz'.
Sin embargo, el Ejército israelí calificó la de hoy como una incursión rutinaria. Según explicaron fuentes castrenses milicianos palestinos abrieron fuego contra sus efectivos y explicó que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) aseguró que cuatro de sus hombres y dos civiles resultaron heridos en el enfrentamiento a tiros que libraron. El Ejército reconoció que uno de sus soldados también resultó herido en la refriega.
El gabinete también decidió examinar las implicaciones legales que pudiese tener el imponer sanciones sobre la población civil de Gaza como respuesta al lanzamiento de cohetes Qassam, así como detener el suministro eléctrico a la región.
Según altos mandos militares, mientras exista una tensión en la frontera con Siria, el jefe de las Fuerzas Armadas, Gabi Ashkenazi, seguirá siendo contrario a llevar a cabo una acción a gran escala en Gaza, ya que sería muy difícil tener que lidiar con una operación en dos frentes sin haber hecho un previo reclutamiento masivo entre los reservistas. Las mismas fuentes revelaron que esta disposición podría cambiar si hubiese un gran número de víctimas como resultado de los cohetes Qassam.
Al final de la reunión, el primer ministro, Ehud Olmert, declaró que las tropas israelíes deberían "reducir el lanzamiento de cohetes Qassam todo lo que les sea posible", y que deberían enviar al Gobierno un plan detallado de cómo se conseguirá. "El gabinete ha decidido continuar las intensas acciones militares contra aquellos implicados en el terrorismo y el lanzamiento de cohetes, y ninguno de los que sean responsables de apoyar al terrorismo será inmune a estas acciones", indicó la oficina de Olmert.
Barak, por su parte, indicó al gabinete que tienen una carencia en su sistema defensivo y recomendó una acción dirigida. "La solución es realizar profundas acciones ofensivas en el territorio basadas en la inteligencia", alegó el ministro.
POSIBLES SANCIONES
En cuanto a la discusión de posibles sanciones contra la población palestina de Gaza, el ministro sin cartera, Yitzhak Cohen, del Shas, el partido representante de los sefardíes ortodoxos de la coalición que gobierna el país, comentó que deben mostrar a los palestinos que "hay un precio por cada cohete". El viceprimer ministro, Haim Ramon, del Kadima, fundado por Ariel Sharon, reiteró que se debería interrumpir el suministro eléctrico a la Franja después de cada lanzamiento.
El final de la reunión, Olmert pidió al estamento militar, al ministro de Asuntos Exteriores y al de Justicia que preparasen varios planes en los que se tuviera en consideración "las implicaciones civiles y militares de la suspensión de los servicios proporcionados a la Franja de Gaza por parte de Israel".
Según un comunicado publicado tras la reunión "el Gobierno israelí ve a Hamás como responsable del lanzamiento de los cohetes Qassam y de la actividad terrorista que se desarrolla en la Franja de Gaza. La cruel organización terrorista pretende dirigir la vida diaria en Gaza mientras que la vida en las comunidades aledañas a la Franja es insufrible".
También se decidió, durante la reunión, labores de refuerzo en Sderot con la instalación, prevista para mañana, de 15 nuevas habitaciones reforzadas en las áreas públicas del pueblo, en las que la población podrá refugiarse en caso de un nuevo ataque.
La brigada Golani del Ejército israelí, los Cuerpos Blindados y los de Ingeniería concluyeron anoche una redada de dos días en la zona industrial de Beit Hanun destinada a localizar las lanzaderas de cohetes. La operación se saldó con 11 lanzaderas encontradas.
Al menos tres cohetes fueron lanzados ayer desde la Franja, sin causar heridos ni daños, mientras que en Cisjordania un soldado de la Brigada de Paracaidistas resultó herido, así como otros dos de forma leve al explosionar un artefacto casero junto a su vehículo en Nablús. Las tropas israelíes descubrieron y destruyeron un laboratorio de explosivos en esa misma zona.
