MADRID 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Relaciones Exteriores de Pakistán, Jalil Abbas Jilani, ha manifestado este viernes que los ataques ejecutados por 'drones' (aviones no tripulados) estadounidenses son "inaceptables" y que suponen una violación de la soberanía del país.
En declaraciones vertidas ante el comité del Senado para Asuntos Exteriores, Jilani ha dicho que el diálogo con Estados Unidos es el único camino para resolver el problema de los ataques con aviones no tripulados, según ha informado el diario paquistaní 'Dawn'.
Pese a ello, ha explicado que alrededor del 80 por ciento de las 3.000 personas que han fallecido a causa de estos bombardeos pertenecían a organizaciones terroristas.
Este mismo viernes, siete supuestos insurgentes han fallecido durante la jornada en un bombardeo efectuado por un 'drone' estadounidense en el área de Babar Ghar, en la frontera entre las regiones de Waziristán del Norte y Waziristán del Sur.
Las críticas de Jilani al programa de 'drones' de Estados Unidos llegan apenas unos días después de las vertidas por la embajadora de Pakistán en Washington, Sherry Rehman, quien subrayó que los "son una clara violación de la soberanía paquistaní y una violación del Derecho Internacional", al tiempo que los describió como una amenaza para las relaciones bilaterales.
Rehman desmintió además que Islamabad haya aprobado tácitamente estos bombardeos al tiempo que los denuncia públicamente. "Déjeme asegurar que, desde que estoy en el Gobierno --fue ministra de Información entre marzo de 2008 y 2009 y posteriormente nombrada embajadora en noviembre de 2011--, no ha habido complicidad de ningún tipo", dijo.
En respuesta, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, indicó que los bombardeos ejecutados por 'drones' son "legales, éticos e inteligentes". "El Gobierno tiene mucho cuidado al decidir perseguir a un terrorista de Al Qaeda con precisión para evitar la pérdida de vidas inocentes", explicó.
INVESTIGACIÓN DE LA ONU
A finales de enero, Naciones Unidas abrió una investigación en torno a la utilización de aviones no tripulados por parte de Estados Unidos, Reino Unido e Israel para bombardear presuntos objetivos insurgentes en Pakistán, Yemen, Somalia, Afganistán, el Sahel y Territorios Ocupados Palestinos.
En el marco de la investigación, el relator especial de la ONU para Antiterrorismo y Derechos Humanos, Ben Emmerson, revisará entre 20 y 30 ataques ejecutados por Estados Unidos en Pakistán, Yemen, Somalia y el Sahel; Reino Unido en Afganistán; e Israel en Territorios Ocupados Palestinos.
Los bombardeos serán seleccionados como representativos de diferentes tipos de ataques y serán estudiados para revisar la extensión de víctimas civiles causadas por los mismos, la identidad de los militantes declarados como objetivos y la legalidad de los ataques en países en los que Naciones Unidas no ha reconocido formalmente la existencia de un conflicto.
El informe final será presentado ante la Asamblea General de Naciones Unidas durante el otoño, y, dependiendo de sus conclusiones, Emmerson podría recomendar acciones en línea con las mismas.
El relator de la ONU ya ha señalado con anterioridad que algunos de estos ataques con 'drones' --particularmente los conocidos como 'doble toque', en los que personas que han acudido al rescate de víctimas de un primer bombardeo han parecido a causa de un segundo ataque-- constituyen posiblemente un "crimen de guerra".
La apertura de esta investigación es resultado de la petición de varios países, entre ellos Pakistán y dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, si bien no se ha especificado cuáles son.
Emmerson indicó que el informe no inducirá a atribuir directamente responsabilidades legales a los estados responsables de estos ataques, pero ha matizado que le permitirá formular preguntas a estos países y obtener respuestas de ellos.
"Una de las cuestiones fundamentales es si el uso de bombardeos aéreos a través de aviones no tripulados es un método apropiado de conflicto en una situación en el que los objetivos están incrustados en las comunidades locales", explicó.
"Así, se investigará si, dada la demografía local, los ataques aéreos suponen un riesgo demasiado elevado de causar un número desproporcionado de víctimas entre la población civil", añadió Emmerson.