MULTAN (PAKISTÁN), 7 Ene. (Reuters/EP) -
Pakistán ha ahorcado a dos miembros de un grupo radical suní este miercoles, que están acusados de estar involucrados en actividades terroristas contra autoridades del Estado en la década de los 90.
"Los dos terroristas, Ahmed Alí y Ghulam Shabbir, han sido ejecutados esta mañana. Ambos estaban involucrados en crímenes de asesinato y pertenecían al grupo Sipah-e-Sahaba", ha anunciado Saed Ulá Gondal, oficial de la prisión de la ciudad de Multan.
Gondal ha confirmado los delitos de sangre de los ejecutados, mientras Alí se encontraba en prisión por el asesinato de tres personas por disputas religiosas, Shabbir fue condenado por el asesinato de un policía y su chofer. Ambos episodios se remontan a 1998.
Este se trata del último caso de una serie de ejecuciones después de que el Gobierno revocara una moratoria sobre la pena de muerte, tras el ataque terrorista en una escuela militar que se saldo con el asesinato de 153 personas.
El gobierno de Islamabad ha prometido reforzar su campaña contra los milicianos de este grupo tras el ataque. Así, Pakistan además de restaurar la pena de muerte, ha restablecido los tribunales militares y ha extendido las operaciones contra los refugios talibán en la frontera con Afganistán.
No obstante, los críticos con el Gobierno paquistaní aseguran que las autoridades no proporcionan el mismo trato a los milicianos presos ya que las penas más severas se aplican a miembros de grupos que combaten al Estado, mientras el sistema es más moderado con grupos sectarios sin objetivos políticos.
Fuente oficiales han asegurado que más condenados serán ejecutados próximamente, pese a las críticas crecientes a la campaña antiterrorista. Las ejecuciones podrían captar la atención mediática tras el fracaso de satisfacer las demandas populares de encontrar a los perpetradores del ataque del pasado 16 de septiembre en una escuela en Peshawar.
