LAHORE (PAKISTÁN), 3 Jul. (Reuters/EP) -
La Policía paquistaní ha anunciado este viernes el arresto de un clérigo musulmán acusado de encabezar a un grupo de personas que intentaron matar a una pareja cristiana a la que culpaban de profanar el Corán.
Los agentes paquistaníes rescataron el jueves a la pareja del asedio de la multitud en la localidad de Lahore, en el este del país, intervención relativamente inusual en un país donde los que son acusados de blasfemia suelen ser ejecutados en el acto.
El clérigo que lideraba la multidud pidió a la Policía que arrestara a la pareja y les acusara de blasfemar contra el islam, según ha manifestado el agente Sohail Zaffar Chatta. "Le dije que no se registaría el caso porque no se cometió ninguna blasfemia", ha manifestado Chatta en una entrevista telefónica.
"Sin embargo, hemos abierto un expediente al clérigo y a las otras 400 personas por incitar a la violencia y poner en peligro la vida de la pareja", ha afirmado Chatta. Cerca de 500 personas en la ciudad de Sadar Farooqabad comenzaron a asediar a Owais Masih y su mujer después de que un vecino denunciase que sus sábanas tenían versos escritos del Corán.
La Policía rescató a la pareja cuando la multitud comenzó a golpearles. El matrimonio fue puesto después bajo protección policial en un lugar que no ha sido revelado por motivos de seguridad. "La multitud iba en serio, querían matarles allí mismo", ha asegurado Chatta. "Y todo porque eran gente pobre y analfabeta que no se dieron cuenta de que las frases del diseño de las sábanas eran versos del Corán", ha añadido el agente.
En Pakistán, país de mayoría musulmana, la blasfemia es castigada con la muerte y debido a que las leyes del país no especifican claramente lo que se considera blasfemo, es muy difícil librarse de la acusación. Incluso el simple hecho de aportar pruebas para eludir las acusaciones puede ser considerado como una ifracción leve.
En 2014, un ciudadano británico con desórdenes psíquicos fue sentenciado a muerte por blasfemia. El mismo año, un tribunal condenó a muerte a una mujer cristiana, Asia Bibi, en un caso que atrajo la atención de medios de comunicación de todo el mundo.
Las minorías de Pakistán se quejan del fracaso de las autoridades en protegerlas de la violencia. Los cristianos constituyen alrededor del cuatro por ciento de la población del país, donde los milicianos musulmanes suníes perpetran atentados de forma frecuente contra objetivos que consideran herejes, incluyendo cristianos y musulmanes sufíes y chiíes.
