La paz abre la puerta a la esperanza para los 19.000 niños soldado de Sudán del Sur

Liberación de niños soldado en Yambio, Sudán del Sur
   Foto: UNICEF/ James Aldworth
Actualizado: jueves, 13 septiembre 2018 13:22

La reinserción efectiva de los desmovilizados requiere de apoyo a sus familias y educación y formación para los menores

MADRID, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -

En Sudán del Sur unos 19.000 niños soldados están enrolados en las fuerzas gubernamentales y los distintos grupos armados implicados en la guerra civil en la que está inmerso el país desde diciembre de 2013. El acuerdo de paz firmado este miércoles entre el presidente, Salva Kiir, y el principal líder rebelde, el exvicepresidente Riek Machar, abre la puerta a la esperanza para estos niños.

"En lo que va de 2018, hemos visto la liberación de casi 1.000 niños por parte de grupos armados, pero sigue habiendo otros 19.000", subraya el portavoz del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) en Sudán del Sur, Tim Irwin. "Esperamos que el ritmo del número de estas liberaciones se incremente como resultado del acuerdo de paz", añade en declaraciones a Europa Press.

Aunque confía en que este acuerdo de paz funcione --el anterior de 2015 no fue respetado--, Irwin deja claro que esto no significa la liberación inmediata de los niños soldado, sino que habrá que "seguir trabajando para que estos niños sean liberados y para apoyar a los que ya han sido liberados".

Según el portavoz, el proceso de liberación de niños soldado puede prolongarse "durante meses". Una vez que UNICEF tiene conocimiento, a través de sus socios en el terreno y de la Comisión Nacional de Desarme y Desmovilización gubernamental, de que un grupo armado está dispuesto a liberar menores en sus filas se contacta con los comandantes para "identificar a los niños, su número, registrarles y conocer sus experiencias", explica.

Una vez acordado el número de niños que serán liberados, se comienza a planificar su liberación, que culmina con una ceremonia en las que los menores entregan las armas y reciben ropas de civil, dando así por concluida su etapa militar.

Foto: UNICEF/ James Aldworth

PROCESO DE REINSERCIÓN

A partir de ese momento comienza un segundo proceso, tanto o más complicado que el de la liberación: la reinserción de los niños en sus familias y sus comunidades. "Algunos llevan años separados de sus familias, así que intentamos localizar a sus padres o algún familiar y luego les reunimos con ellos", señala Irwin, aclarando que no es algo inmediato sino que "puede llevar tiempo".

Aunque por regla general las familias "están felices" por el regreso de los niños, lo cierto es que en muchos de los casos ya tienen grandes problemas para subsistir, debido a la grave situación humanitaria provocada por el conflicto que ha acabado en gran medida con los medios de vida de los sursudaneses.

Así pues, reconoce el portavoz, la llegada de otro miembro más puede suponer una carga difícil de asumir por lo que se intenta paliar con ayuda alimentaria por parte del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para familias. "No queremos que el regreso tenga un gran impacto y que los niños vuelvan a ser reclutados o que ellos mismos opten por enrolarse otra vez voluntariamente", admite.

Foto: UNICEF/ Bullen Cho

LOS NIÑOS DEBEN VER QUE TIENEN UN FUTURO

Según el portavoz de UNICEF, "en el pasado hemos visto casos de niños que han vuelto a ser reclutados a la fuerza y otros que lo han sido voluntariamente, por eso es tan importante ofrecerles optimismo, que puedan ver un futuro al margen de los grupos armados y dentro de sus familias y sus comunidades". "Eso suele pasar por educación y formación profesional", subraya Irwin.

Desde que son liberados y hasta que regresan con sus familias, los ex niños soldado "permanecen en instalaciones de cuidado donde reciben apoyo educativo, atención sanitaria, asesoramiento y atención psicológica", señala.

En el caso de la educación, aunque se intenta que los menores retomen sus estudios "a veces son mayores y entonces se les ofrece formación profesional con el fin de que puedan mantenerse a sí mismos y apoyar a sus familias". El objetivo final, insiste Irwin, en que los niños desmovilizados "puedan tener un futuro mejor".

Otro aspecto fundamental de todo el proceso, además del apoyo a los desmovilizados, es el trabajo con las familias y las comunidades para hacerles comprender la "realidad" del problema: que los niños soldados son víctimas también del conflicto y muchos de ellos no fueron reclutados por decisión propia.

Y como siempre, para que la desmovilización y reinserción sean un éxito, hacen falta fondos. "El proceso es muy caro", admite Irwin, precisando que es un área que "requiere fondos adicionales" por parte de los donantes.

Foto: UNICEF/ Bullen Cho

IMPACTO DEL CONFLICTO EN LOS NIÑOS

Según UNICEF, más de la mitad de los niños de Sudán del Sur se han visto afectados por el conflicto, que en 2017 llegó incluso a desencadenar la hambruna en dos condados, y que a fecha de hoy aún mantiene a millones de sursudaneses en situación de grave inseguridad alimentaria.

Además, la violencia ha desplazado a más de cuatro millones de sursudaneses, dos millones de los cuales han buscado refugio en los países vecinos, en su mayoría en Uganda. De acuerdo con la agencia de la ONU, de ellos, el 60 por ciento son menores. En Sudán del Sur, el país más joven del mundo tras su independencia en 2011, la mitad de la población tiene menos de 18 años.

"Todo el mundo espera que el acuerdo se mantendrá y que la paz volverá a Sudán del Sur", confía Irwin, en referencia al acuerdo suscrito el miércoles en Adís Abeba y aparado por la IGAD, una organización regional.

"Los sursudaneses han experimentado un terrible sufrimiento durante estos últimos casi cinco años de guerra y ansían un retorno de la estabilidad y la calma para poder volver a sus hogares, hacer que sus hijos vuelvan a la escuela y ver un futuro más prometedor para sus familias y comunidades", subraya el portavoz de UNICEF.