Una madre alimenta a su hijo con una barrita nutritiva en Sudán del Sur
REUTERS / SIEGFRIED MODOLA
Actualizado: lunes, 16 octubre 2017 14:51

De los 815 millones de personas que pasan hambre en el mundo, 489 millones viven en países afectados por conflictos.

MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -

Con motivo del Día mundial de la Alimentación, el Director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA), David Beasley, ha hecho este lunes un llamamiento por la paz ante el repunte que ha habido del hambre como consecuencia directa de los conflictos y la migración.

"Hago un llamado a las personas que están en el poder, a la gente con armas, para que paren la violencia ya", ha dicho Beasley, que se ha reunido con víctimas del conflicto y la violencia en Yemen, Sudán del Sur y Bangladesh en los últimos meses.

Después de haberse reducido durante una década, el hambre ha vuelto a aumentar. De los 815 millones de personas que pasan hambre en el mundo, 489 millones viven en países afectados por conflictos, según las cifras mostradas en el informe anual de la ONU sobre seguridad alimentaria y nutrición.

"He visto heridas con mis propios ojos y escuché sus historias con mis propios oídos. Estaban atemorizados, hambrientos y desnutridos después de soportar una pesadilla que la mayoría de la gente no puede siquiera imaginar. Si de verdad vamos a acabar con el hambre, debemos parar estos actos inhumanos", ha denunciado Beasley.

Ante el aumento récord de la cifra de migraciones forzadas de personas que huyen de conflictos, Beasley ha subrayado su preocupación ante la posibilidad de perder los avances logrados hasta el momento para acabar con el hambre en el mundo.

"Algún día en el futuro, el Día Mundial de la Alimentación será una celebración de un mundo en paz y bien alimentado" ha asegurado Beasley.

Asimismo, ha resaltado que "lamentablemente, ese día parece lejano. Tenemos demasiada violencia y conflictos, y por eso tenemos a tantas personas que pasan hambre y que necesitan asistencia".

Este informe ha reflejado que, a pesar de que la mayoría de los países han logrado reducir considerablemente el hambre en los últimos 25 años, los avances en los países afectados por los conflictos se han estancado o deteriorado.

Los conflictos pueden destruir la economía, trastornar la agricultura y forzar a la población a emigrar. Además, un estudio de PMA, publicado este año, estableció una conexión directa entre el hambre y la migración.

Los países con mayores niveles de hambre, junto a conflictos armados, tienen las mayores tasas de migración externa. Por cada año adicional de conflicto y derramamiento de sangre, 40 personas de cada 10.000 huirán de su país.

El estudio apuntó a que las personas usualmente se mueven varias veces dentro de su país antes de cruzar las fronteras, dejando atrás sus tierras, trabajos y bienes.

En los países afectados por la guerra, donde la agricultura se ha visto destruida y la economía ha colapsado, el precio de un plato básico de comida puede suponer el coste de más de un día de salario.

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