MORAHALOM, 22 Feb. (Reuters/EP) -
La Policía húngara ha anunciado este lunes que durante el fin de semana ha detenido a 501 inmigrantes que intentaban entrar a través de su frontera sur, cerrada desde mediados de octubre, en lo que se trata de un número récord de detenidos desde que anunciara la clausura de su entrada meridional.
Estas detenciones repercutirán positivamente en la imagen del primer ministro, Viktor Orban, cuya percepción popular ha mejorado significativamente desde que su Gobierno de derechas impulsara la construcción de una valla en la frontera con Serbia y Croacia, que ha desviado el flujo de inmigrantes hacia Croacia y Eslovenia.
No obstante, ello no ha impedido que los desplazados hayan tomado medidas cada vez más desesperadas para intentar cruzar la verja por culpa de la llegada del invierno. "Llevamos seis días sin comer, tres días sin agua, cuatro días sin dormir", ha declarado uno de los detenidos, de nacionalidad argelina.
Mientras, Orban reiteraba este lunes ante el Parlamento que el mayor logro de la última cumbre de la UE ha sido el consenso alcanzado a la hora de proteger las fronteras de la zona de tránsito Schengen, de la que Hungría forma parte. "La protección es posible, siempre que los austriacos mantengan su palabra, y que otros países de los Balcanes actúen como han prometido".
