La Policía norirlandesa avisa que un Brexit duro podría desencadenar de nuevo la violencia en el Úlster

Mural republicano en Belfast, Irlanda del Norte
Mural republicano en Belfast, Irlanda del Norte - REUTERS / CATHAL MCNAUGHTON - Archivo
Publicado: sábado, 13 julio 2019 18:29


BELFAST, 13 Jul. (Reuters/EP) -

El nuevo jefe de Policía de Irlanda del Norte, Simon Byrne, ha advertido el sábado que un Brexit "por las malas" podría tener un impacto "perjudicial" para dos décadas de paz, ante el riesgo de que sus agentes podrían convertirse en objetivos de bandas armadas o ciudadanos descontentos ante el grave efecto económico que podría causar.

Byrne tiene ahora como una de sus principales prioridades la creación de un plan de emergencia para vigilar los casi 300 cruces fronterizos con Irlanda si Reino Unido acaba retirándose de la Unión Europea sin acuerdo previo el próximo 31 de octubre.

Reino Unido, Irlanda y la UE quieren evitar el regreso de los controles físicos en la frontera, un recuerdo de los controles militares que existían antes de los Acuerdos de Viernes Santo de 1998 que pusieron fin a décadas de conflicto armado con el Ejército Republicano Irlandés, el IRA.

Sin embargo, ahora mismo existen muchas dudas sobre cómo gestionar lo que se convertirá en la única frontera terrestre de Reino Unido y la UE, la parte más polémica del acuerdo de divorcio que los candidatos a convertirse en el próximo primer ministro del país quieren renegociar.

"Creo que nos preocupa que, a corto plazo, un Brexit por las malas creará un vacío que se convertirá en un campo de reclutamiento para los republicanos disidentes (irlandeses). Está muy claro que cualquier aumento en su popularidad o su capacidad sería muy grave", ha lamentado Byrne.

El jefe de Policía ha confirmado que sus oficiales mantienen ahora mismo discusiones con altos funcionarios para aclarar sus preocupaciones y pedir consejo.

Asimismo, Byrne también ha expresado su preocupación de que el daño económico de un Brexit no negociado pueda provocar disturbios. El servicio civil de Irlanda del Norte ha advertido sin ir más lejos esta semana que tal escenario tendría un impacto profundo y duradero en la economía de la región y podría causar que 40.000 personas, de un total de fuerza laboral de 780.000, perdieran sus empleos.

"Si nos adentramos en el peor de los casos ... Si los precios cambian, si la gente se queda sin negocios... es posible que tengamos que incrementar nuestra protección. Nuestra preocupación es que mis oficiales y personal se conviertan en un objetivo para los republicanos disidentes", ha avisado.

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