BRUSELAS, 4 (EUROPA PRESS)
El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, ha defendido este miércoles en el Parlamento Europeo que cada país de la Unión Europea tiene derecho a establecer su sistema legal de acuerdo con sus "propias tradiciones", precisamente el mismo día que ha entrado en vigor la polémica reforma del Tribunal Supremo que ha provocado incluso la apertura de un procedimiento de infracción por parte de la Comisión Europea.
"El pluralismo constitucional (...) es uno de los grandes valores de la UE y cada país tiene derecho a establecer su sistema legal en línea con sus propias tradiciones", ha expresado ante el pleno de la Eurocámara en la sede de la institución comunitaria en Estrasburgo (Francia).
"En cuanto a valores, estamos en el mismo lado, pero no pueden dictar las condiciones del Estado de Derecho a los estados miembros. Los sistemas varían en gran medida y tienen que tener en cuenta esas diferencias. Por esa razón es competencia exclusiva de los estados miembros regular los sistemas de Justicia y de Interior", ha reivindicado.
Morawiecki ha subrayado que Polonia "tiene profundas raíces en el parlamentarismo y el Estado de Derecho", al tiempo que ha remarcado que los parlamentos nacionales son "la voz de la soberanía y el alma de la democracia".
"Nuestro continente ha sido construido por sus instituciones durante cientos de años y respetar las identidades nacionales es parte de la confianza que debe construirse en la UE", ha manifestado, para después insistir en que para "atajar" todos los desafíos a los que se enfrenta el proyecto europeo es necesario "reequilibrar" las relaciones entre los Estados miembros y las instituciones europeas.
"En los últimos años la UE se ha enfrentado a varias crisis existenciales (...) La respuesta tiene que estar basada en una sólida comprensión de lo que está pasando", ha apuntado después de haber afirmado que muchos europeos ya no están "entusiasmados" con una mayor integración europea.
El primer ministro polaco ha dado este discurso precisamente el día en que ha entrado en vigor la nueva legislación nacional sobre el Tribunal Supremo, que rebaja de 70 a 65 años la edad de jubilación y que por tanto obliga retirarse a 27 de los 72 magistrados que forman parte de la corte.
La presidenta del Tribunal Supremo, Molgorzata Gersdorf, ha rechazado este miércoles el retiro y ha acudido a trabajar a la sede del alto tribunal. "Mi presencia aquí no es por política, estoy aquí para proteger el Estado de Derecho", ha afirmado a su llegada a la sede del Supremo.
La Comisión Europea inició el pasado lunes un procedimiento de infracción contra Varsovia por la reforma del Tribunal Supremo al considerar que socava el principio de independencia judicial y, en consecuencia, es contraria al Tratado de la UE y a la Carta de Derechos Fundamentales de la UE.
Durante el debate, la gran mayoría de los grupos parlamentarios han criticado la reforma y el primer ministro polaco ha argumentado que lo que intenta su Gobierno es acabar con el "postcomunismo" que todavía existe en su país. También ha defendido que los jueces polacos son ahora "más independientes" que en el pasado, así como que la nueva edad de jubilación no es "muy diferente" a la que ya existe en otros socios comunitarios.
BRUSELAS NO PUEDE "CERRAR LOS OJOS"
Al debate no han acudido por parte de la Comisión Europea ni su presidente, Jean-Claude Juncker, ni el vicepresidente primero, que durante los últimos meses ha liderado el diálogo con Varsovia, Frans Timmermans. En su lugar, el vicepresidente para el Euro, Valdis Dombrovskis, ha defendido que Bruselas no puede "cerrar los ojos" ante una "amenaza sistémica" al Estado de Derecho.
"Cuando se debilita la separación de poderes en un país o se menoscaba la independencia judicial, se convierte en una cuestión europea que afecta a toda nuestra comunidad", ha expresado el letón.
En todo caso, Dombrovskis ha garantizado que Europa "nunca dará la espalda" ni a Polonia ni a la sociedad polaca, así como que Bruselas "sigue abierta al diálogo", aunque por ahora no haya sido "suficiente".
El Gobierno polaco también ha sido objeto de duras críticas por parte de los líderes de los principales grupos políticos. "¿Por qué su Gobierno cede a jueces por razones política? ¿Por qué otro Estado miembro tiene que preguntar al TUE en un caso de extradición temiendo que los ciudadanos polacos no disfruten del derecho a un juicio justo", ha preguntado el jefe del Partido Popular Europeo en la Eurocámar, Manfred Weber.
El líder de los Socialistas y Demócratas, Udo Bullman, ha pedido al Ejecutivo de Morawiecki que "no destruya la cultura democrática de su país" y al mismo tiempo acuda al Parlamento Europeo para hablar de valores y futuro de la UE.
"El futuro de la UE es más que el mercado interior, la moneda única o la libertad de movimientos, es una comunidad de valores y poner a jueces bajo control político no es parte de esos valores. No es una cuestión de tradición, es una cuestión de principios", ha denunciado el líder de los liberales, Guy Verhofstadt.
La copresidenta del grupo de Los Verdes, Ska Keller, acusado al Gobierno polaco de "sacar" al país de la "senda de la democracia y los derechos civiles", mientas que por parte de la Izquierda Unitaria Europea, la eurodiputada de Podemos Tania González ha afirmado que el Ejecutivo "ultracatólico, xenófobo y machista" polaco está adoptando reformas que "aniquilan la democracia y las libertades".
El único apoyo entre los grandes grupos parlamentarios ha sido el de los Conservadores y Reformistas Europeos. En nombre de este grupo ha tomado la palabra el polaco Ryszard Antoni Legutko, eurodiputado de la misma formación que Morawiecki, el partido Ley y Justicia (PiS).