Pompeo hablará con sus aliados de Europa y Oriente Próximo para que presionen a Irán

Mike Pompeo, secretario de Estado estadounidense, en un acto en West Point
DEPARTAMENTO DE ESTADO
Actualizado: jueves, 10 mayo 2018 14:57

WASHINGTON, 10 May. (Reuters/EP) -

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, contactará este jueves, tras su regreso de Corea del Norte, con aliados de Europa, Oriente Próximo y Asia para presionarles con el objetivo de que convenzan a Irán debe frenar su programa nuclear y de desarrollo de misiles, según han informado autoridades estadounidenses.

La cuestión que permanece abierta es si los aliados de Estados Unidos y, sobre todo, Irán están dispuestos a volver a entablar conversaciones de alto nivel justo después de que el Gobierno estadounidense haya decidido abandonar el pacto nuclear que firmó en julio de 2015 y renegar de las promesas incluidas en ese pacto.

El Ejecutivo estadounidense confía en que Irán se vea obligado a volver a la mesa de negociaciones con la reanudación de las sanciones estadounidenses --posiblemente incluso con nuevas sanciones--, lo que penalizaría a empresas europeas y otras compañías y previsiblemente perjudicará a la economía iraní, ya debilitada por las anteriores sanciones.

Un alto cargo del Departamento de Estados ha dicho ya ha habido discusiones con Reino Unido, Francia y Alemania, así como con Japón, Irak e Israel sobre los nuevos pasos a dar tras el anuncio del presidente norteamericano, Donald Trump, de retirarse del acuerdo nuclear.

"Habrá un esfuerzo para salir a la escena global y dialogar con nuestros socios de todo el mundo que comparten nuestros intereses. Esto es la primera etapa", ha afirmado el alto cargo gubernamental, en referencia a los planes del jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, y su negociador jefe para Irán, Brian Hook.

El alto cargo estadounidense ha dicho que los contactos con los socios se van a centrar en elevar la presión a Irán "de una forma que sea constructiva y que permita llevarles a la mesa de negociación".

Pompeo regresó el miércoles por la noche a Estados Unidos tras reunirse con Pyongyang con el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, y llevarse en su avión a los tres estadounidenses que permanecían detenidos en el país asiático. Las familias de los estadounidenses detenidos en Irán han pedido a Pompeo que les ayude a lograr la liberación de sus allegados.

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, que recibió a los tres estadounidenses a su llegada a territorio norteamericano, ha asegurado que aunque el Gobierno estadounidense se retire del pacto con Irán, continúa interesado en lograr la liberación de sus ciudadanos.

"Estamos abordando la posibilidad de un nuevo acuerdo que pueda crear oportunidades para afrontar el tema de los estadounidenses que están detenidos en Irán pero evaluando la extraordinaria maligna influencia y el apoyo al terrorismo de Irán en toda la región", ha afirmado Pence, en una entrevista concedida a la CBS y difundida este jueves.

La decisión de Trump de abandonar el acuerdo nuclear abre la puerta a una mayor confrontación con el régimen iraní y podría tensar las relaciones norteamericanas con algunos de sus más cercanos aliados, según han explicado diplomáticos en activo y retirados.

El Gobierno de Estados Unidos ha concedido un periodo de gracia de 90 días a seis para que pongan fin a las relaciones comerciales con Irán. Algunos aliados, como es el caso de Francia, presionarán para conseguir una exención de las sanciones para proteger a sus empresas.

Según los expertos, aunque las empresas puedan intentar conseguir licencias del Departamento del Tesoro para seguir operando en Irán concluido el plazo, la amenaza de sanciones provocará que dejen ese mercado.

Las empresas deberán determinar además si pueden afrontar sanciones secundarias, que irían contra diversos sectores de la economía iraní, incluidos campos como la energía, el transporte, los bancos y otros ámbitos.

"El objetivo último es llegar a un punto en el que nos sentemos con los iraníes y negociemos un nuevo acuerdo pero no creo que estemos ahora en ese punto ni que lo vayamos a estar mañana", ha afirmado el responsable del Departamento de Estado.

"El fin último es sentar las bases para que todos vuelvan a la mesa y negociar un nuevo acuerdo", ha asegurado. Varios altos cargos estadounidenses han reconocido que "no hay un plan B" si Estados Unidos no logra el apoyo de sus aliados y de Irán para abrir una negociación para un nuevo acuerdo ampliado que pondría fin a su programa nuclear, restringiría su programa de misiles balísticos y reduciría su apoyo a grupos en Siria, Líbano, Yemen e Irak.

"El objetivo es impedir que Irán llegue a desarrollar o adquirir un arma nuclear y los detalles sobre eso es algo que tenemos que trabajar", ha indicado el alto cargo del departamento que dirige Mike Pompeo.

William Peek, el secretario adjunto para Asuntos de Oriente Próximo del Departamento de Estado, ha negado que Estados Unidos esté inmerso en una campaña de presión para forzar un cambio de régimen en Irán. "No, estamos intentando cambiar el comportamiento del régimen", ha dicho, en declaraciones a la prensa, antes de subrayar que Estados Unidos usará la diplomacia para convencer a sus aliados que sigan el ejemplo de las sanciones de Estados Unidos contra Irán.

Peek ha admitido que hay "algunos desacuerdos diplomáticos tácticos" con los países europeos pero ha recalcado que esas diferencias se podrán superar. "Esto es un tema en el que podemos camelarlos, emplazarlos, darles un codazo, algo que hemos demostrado que es efectivo", ha concluido.


Leer más acerca de: