LILONGÜE 19 May. (Reuters/EP) -
Los maulauíes decidirán este martes cuál de los 11 candidatos que se presentan a las elecciones podría derrocar a la presidenta Joyce Banda, la primera mujer que dirige este estado del sur de África, en el poder desde hace dos años.
Las dos únicas encuestas de opinión que se han realizado han ofrecido resultados muy diferentes. Sin embargo, los analistas señalan a Banda como favorita, por su popularidad en las zonas rurales en las que el Gobierno ha llevado a cabo programas de desarrollo y ha dado subsidios a las granjas.
Los agricultores esperan un crecimiento del 8 por ciento en la cosecha de maíz de este año, lo que dará a este estado dependiente de ayuda un excedente de un millón de toneladas. Por otro lado, la devaluación del kwacha ha terminado con la escasez de combustible, aunque también ha elevado la inflación y ha mermado la popularidad de Banda.
"La mayoría de los votantes proceden de áreas rurales, donde viven cerca del 60 por ciento de los habitantes. Allí, Banda se ha centrado en iniciativas a favor de los pobres, que han tenido un gran impacto en la gente rural", ha asegurado el director del Instituto para la Política de Interacción, Rafiq Hajat.
En sus primeros meses en el cargo, Banda disfrutó de una enorme apoyo entre los 13 millones de habitantes del país, que odiaban a su predecesor, Bingu wa Mutharika, por su mandato autócrata. La popularidad de Banda, que creció en una localidad en el sur de Malawi, cayó después de imponer medidas de austeridad, que incluían la devaluación del kwacha para estabilizar la economía.
ESCÁNDALO DE CORRUPCIÓN
La honradez de banda también ha sido cuestionada en las últimas semanas por un escándalo de corrupción de 15 millones de dólares. El caso, conocido como 'Cashgate', se destapó tras descubrir grandes cantidades de dinero en el coche de un alto cargo del Gobierno, lo que ha afectado las relaciones con los donantes.
Más de 80 personas han sido arrestadas y un antiguo ministro del Gobierno ha dimitido y ha sido juzgado por blanqueo de dinero e intento de asesinato. Los votantes, en particular los de las ciudades, han criticado la respuesta de Banda como pesada e inefectiva.
El principal rival de Banda es Lazarus Chakwera, un pastor evangélico conservador que se retiró de la Iglesia el año pasado para tomar el timón del Partido del Congreso de Malaui, el primer partido de la antigua colonia británica que estuvo en el poder.
El hermano pequeño de Mutharika, Peter, también se ha presentado a las elecciones como cabeza del Partido Progresista Democrático, junto con Atupele Muluzi, un hijo del antiguo presidente Bakili Muluzi.
ACUSACIONES DE FRAUDE
Las acusaciones de un fraude electoral se han repetido en los últimos días, aunque Banda las ha negado. Los diplomáticos residentes en Malaui han explicado que el problema no parece ser tan grande como los desafíos de Banda.
"No hemos visto ninguna evidencia creíble de fraude", ha confirmado a Reuters el embajador británico, Michael Nevin. "La comisión electoral ha hecho hasta ahora un trabajo justo. Probablemente han cometido y cometerán errores, pero esto no significa que haya fraude o manipulación", ha añadido.
Los grupos religiosos temen una oleada de violencia que acabe con la habitual paz del país si Banda gana, mientras que los partidos de la oposición seguirían denunciando un fraude electoral.