El presidente alemán reconoce que fue un "error" presionar al diario 'Bild' pero descarta dimitir

El Presidente De La República Alemana, Christian Wulff
REUTERS
Actualizado: miércoles, 4 enero 2012 21:01


BERLIN, 4 Ene. (Reuters/EP) -

El presidente alemán, Christian Wulff, ha reconocido este miércoles que cometió un "grave error" al intentar presionar para que el diario de mayor tirada del país, el 'Bild', no publicara una información sobre el crédito hipotecario a bajo interés que recibió, pero ha defendido que no ha hecho nada ilegal y que no se plantea renunciar.

Wulff había mantenido silencio desde que el lunes se supo que había dejado un mensaje de voz en el móvil del editor del 'Bild' el mes pasado en el que amenazaba con la "guerra" si el diario publicaba la información sobre el préstamo.

Pero ante la creciente presión para que dimita, ha accedido a conceder una entrevista a las cadenas públicas ARD y ZDF este miércoles para intentar calmar los ánimos, después de que esta mañana la canciller alemana, Angela Merkel, le hubiera manifestado su respaldo.

"La llamada al director del 'Bild' fue un grave error, que lamento y por el que pido disculpas", ha afirmado Wulff, reconociendo que no había hecho todo bien pero tampoco había infringido la ley.

Preguntado si se había planteado renunciar en los últimos días, Wulff ha respondido: "No porque tuve un gran apoyo en las últimas semanas de muchos ciudadanos, mis amigos y empleados. Me gusta cumplir mis obligaciones (como presidente) y he asumido el cargo por cinco años y quiero demostrar al final de los cinco años que fui un buen presidente", ha explicado.

Por el momento no está claro si la disculpa será suficiente para calmar la presión sobre Wulff, exministro principal de Baja Sajonia y miembro de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Merkel. En la entrevista, ha intentado en varias ocasiones presentarse a sí mismo como víctima del escándalo, un enfoque que podría tener consecuencias indeseadas.

"Este ha sido un proceso de aprendizaje", ha afirmado Wulff. "Pasé de ser ministro principal de un estado a presidente muy rápido, sin tiempo para adaptarme o prepararme. Todo pasó muy rápido, trasladándome de Hanover a Berlín", ha argumentado.