MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El presidente del Parlamento de Israel, Yuli Edelstein, ha presentado su dimisión, después de que el Tribunal Supremo le obligase a convocar este mismo miércoles una votación en la que se debía decidir su continuidad o salida del cargo tras la repentina suspensión de los plenos.
Edelstein anunció el 18 de marzo el cierre del pleno durante al menos una semana argumentando en un primer momento que se debía a la pandemia de coronavirus y posteriormente a que los dos principales partidos no han logrado un acuerdo para la formación de los comités parlamentarios.
Tras ello, el opositor Azul y Blanco, liderado por el antiguo jefe del Ejército Benjamin Gantz, presentó una demanda ante el Supremo, que el lunes dictaminó que debía celebrarse una votación para elegir al presidente del Parlamento. Para Edelstein, esta decisión "socava los fundamentos de la democracia".
"No permitiré que Israel caiga en la anarquía y no daré mi brazo a torcer en esta guerra fratricida", ha subrayado este miércoles al anunciar su dimisión, según el diario 'Haaretz'. Edeltsein alegaba que la elección de un nuevo presidente complicaría los trabajos para conformar un nuevo gobierno.
En este sentido, ha considerado que la sentencia del Supremo "no se basa en leyes", sino en un análisis "extremo" y sesgado, y supone una "grave injerencia" en el poder legislativo. "La decisión judicial perjudica la soberanía de la nación y de la Knessett de una forma sin precedentes", ha apostillado.
"NADIE ESTÁ POR ENCIMA DE LA LEY"
El Likud, partido de Edelstein y del primer ministro en funciones, Benjamin Netanyahu, parte en minoría de cara a la votación, en la que figura como favorito Meir Cohen, el candidato propuesto por Azul y Blanco como próximo presidente del Parlamento.
Tras su dimisión, Edelstein ha suspendido de nuevo las sesiones y aplazado los debates hasta el lunes, por lo que no está claro cuándo tendrá lugar la votación, informa el diario 'The Jerusalem Post'.
Gantz, que tiene el encargo de formar gobierno, ha subrayado que "el Parlamento pertenece a sus ciudadanos y sus miembros electos deben cumplir con las leyes de Israel y las decisiones de los tribunales". "Nadie está por encima de la ley", ha señalado.
