OTTAWA, 26 Abr. (Reuters/EP) -
El Gobierno del Partido Conservador de Canadá se encuentra inmerso en una disputa por la petición de la oposición, que exige la desclasificación de un documento relacionado con un posible caso de abusos contra prisioneros afganos, podría hacer tambalearse al ejecutivo, que cuenta con la mayoría simple en Cámara de los Comunes, cámara baja del Parlamento.
En diciembre la Cámara aprobó una resolución en la que ordena al Gobierno entregar una versión sin censura de los documentos sobre los detenidos por el Ejército canadiense en Afganistán, pero el Gobierno se negó alegando motivos de seguridad nacional.
Ahora la decisión depende del presidente de la Cámara, Peter Milliken, del opositor Partido Liberal de Canadá, que deberá decidir quién controla los archivos disputados. Si apoya al Parlamento y el Gobierno se niega a entregarlos, la Cámara podría votar una moción de censura que acabaría en la convocatoria de elecciones anticipadas.
El Gobierno podría también trasladar la cuestión al Tribunal Supremo para su tramitación de urgencia, o podría crear una comisión especial para decidir sobre el contencioso.
Los diputados opositores insisten en que el Parlamento debe tener prioridad y acusan al Gobierno de concentrar demasiado poder en manos del primer ministro, Stephen Harper, a quien atribuyen una obsesión con los secretos de Estado.
"Una de las funciones fundamentales de la Cámara de los Comunes es controlar al Gobierno (...). Es un principio básico de nuestra democracia", afirmó uno de los diputados del Nuevo Partido Democrático, de izquierda, Jack Harris.
Sin embargo, las autoridades aseguran que las relaciones con los aliados de Canadá podrían resultar dañadas gravemente si se hacen públicos datos sensibles. "Quiero recordar a la Cámara que nuestros privilegios parlamentarios no son infinitos ni ilimitados", apuntó el ministro de Justicia, Rob Nicholson, en comparecencia parlamentaria.