Residentes malasios aseguran que llevan años viendo a inmigrantes rohingyas en zonas fronterizas

Europa Press Internacional
Actualizado: viernes, 29 mayo 2015 12:21


WANG KELIAN (MALASIA), 29 (Reuters/EP)

Hassan Ismail no se sorprendió cuando las autoridades encontraron un campamento abandonado cerca de su aldea, Wang Kelian, en el norte de Malasia, donde encontraron a 139 cadáveres de supuestas víctimas de la trata de personas.

Durante los tres pasados años, grupos de personas con signos de clara desnutrición aparecían por Wang Kelian, a 3 kilómetros del campamento, mendigando comida. Al parecer, serían miembros de la etnia rohingya.

"Estaban muy hambrientos", resalta Ismail, líder religioso de la aldea. "La gente les ofreció comida y después llamaron a la Policía", añade, tras la llegada de los agentes expulsaron a los rohingya y los aldeanos no volvieron a verlos.

El testimonio de habitantes de Wang Kelian cuestiona el proceder de las autoridades malasias en los casos de tráfico de inmigrantes, en un país que lleva años experimentando grandes flujos de inmigración que envuelven operaciones de trata de personas.

El ministro de Interior malasio, Wan Junaidi Tuanku Jaafar, ha admitido que la frontera con Tailandia es "porosa", pero las autoridades han venido defendiendo que no es un problema exclusivamente de Malasia. "Se trata de un problema internacional, los inmigrantes huyen de Birmania".

AÑOS DE CAMPAMENTOS SIN LA INTERVENCIÓN DE LAS AUTORIDADES

La Policía malasia anunció este lunes el hallazgo de 139 tumbas en los 28 campamentos abandonados que han sido encontrado en una zona de unos 50 kilómetros a lo largo de la frontera con Tailandia.

La fosas fueron halladas por unidades policiales que peinaron la zona después de que en el mes de mayo las autoridades tailandesas descubrieran 36 cuerpos en campos de traficantes en su lado de la frontera.

Preguntado por la dilatación en la búsqueda de los campamentos de inmigrantes, que han estado funcionando durante años, Wan Junaidi, ha defendido que las autoridades buscaban atrapar a contrabandistas, no a personas normales por eso que no hallaran antes los campamentos.

"Nuestras patrullas no suelen ir hasta lo alto de las colinas, donde se sitúan los campamentos, sino que revisamos las laderas", argumenta.

El ministro niega la versión de los habitantes de la zona, que aseguran haber visto a roghinya desde hace años en la zona. "Nadie puede demostrar si era inmigrantes ilegales o trabajadores extranjeros", asegura.

No obstante, las autoridades recientemente ha investigado a dos policías que han sido detenidos por supuesta colusión con los traficantes. Ambos agentes han sido acusados de estar involucrados en las redes que transportan inmigrantes.

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