El rey Salman abre la puerta a la nueva generación en la sucesión al trono

El rey Salman de Arabia Saudí
POOL NEW / REUTERS
Actualizado: viernes, 23 enero 2015 14:26

Ha actuado con rapidez en un intento de aplacar posibles temores respecto al futuro de la dinastía

RIAD, 23 Ene. (Reuters/EP) -

El nuevo rey de Arabia Saudí Salman ha designado a un nieto del monarca fundador en la línea sucesoria al trono por primera vez este viernes, actuando de forma rápida tras la muerte del rey Abdalá para aplacar los temores de inestabilidad dinástica en un momento de inestabilidad regional.

La designación del ministro del Interior, Mohamed bin Nayef, como segundo príncipe heredero, ha sido bastante inusual por su rapidez, según los saudíes, antes del entierro del monarca previsto para este mismo viernes por la tarde tras su muerte a primera hora. Tales designaciones normalmente llevan días.

Mohamed bin Nayef se convierte en el primer nieto del monarca fundador del rey, el rey Abdulaziz, conocido como Ibn Saud, en asumir un puesto establecido en la línea de sucesión.

Todos los reyes saudíes desde su muerte en 1953 han sido sus hijos y el paso hacia la siguiente generación había hecho planear la perspectiva de una lucha de poder palaciega. El rey Salman también ha designado a su propio hijo, Mohamed bin Salman, como ministro de Defensa y jefe de la Casa Real.

Salman, que se cree que tiene 79 años, asume ahora las riendas en un país que se enfrenta a retos domésticos a largo plazo acompañados por la caída de los precios del crudo y el auge de Estado Islámico, que ha prometido derrocar a los Al Saud.

PRIMER DISCURSO

En su primer discurso como rey, emitido en directo por la televisión saudí este viernes, Salman ha prometido mantener el mismo enfoque para gobernar el mayor exportador de crudo del mundo y lugar natal del islam que sus predecesores, y también ha llamado a la unidad entre los estados árabes.

"Continuaremos, si Dios quiere, manteniendo la senda recta que este país ha caminado desde su establecimiento por el difunto rey Abdulaziz", ha aseverado.

Salman deberá hacer frente a la rivalidad con Irán, principal potencia chií, en países como Irak, Siria, Yemen, Líbano y Barhéin, el conflicto abierto en dos países vecinos, una amenaza de los milicianos islamistas y unas agitadas relaciones con Estados Unidos.

El nuevo monarca sería un pragmático y experto en gestionar el delicado equilibrio de los intereses clericales, tribales, reales y occidentales que afectar a la política saudí, de ahí el que se cree poco probable que introduzca cambios en las relaciones exteriores o el petróleo.

Anunciando rápidamente la designación de su hermanastro más pequeño el príncipe Muqrin bin Abdulaziz como príncipe heredero, el rey Salman ha actuado de forma decisiva para cesar las especulaciones sobre la dirección de la sucesión real y las divisiones en la familia gobernante.

Sin embargo, los analistas saudíes apuntan que pese a este paso para demostrar una sucesión tranquila y respetar los deseos de Abdulá, que ya había decretado que Muqrin debía suceder a Salman, no está claro cuánto poder tendrá este como príncipe heredero.

"Muqrin no es tan conservador como Salman, pero veremos cuánto papel desempeña en el nuevo reinado. Según la Ley Básica, el príncipe heredero no puede hacer más que lo que le encarga el rey", ha destacado Jalid al Dajeel, profesor de Ciencias Políticas en Riad.

LEGADO DE REFORMAS

Muchos saudíes en un país con una población joven serán incapaces de recordar un tiempo antes del mandato del rey Abdulá, tanto como monarca desde 2005 como regente de facto durante la década anterior.

Su legado fue un esfuerzo por poner al día los sistemas económico y social para afrontar la amenazante crisis demográfica creando trabajos en el sector privado y haciendo que los jóvenes saudíes estén más preparados para asumirlos.

"Creo que (Salman) continuará con las reformas de Abdulá. Es consciente de la importancia de ello. No es una persona conservadora, pero valora la opinión de los conservadores del país", ha opinado Jamal Jashoggi, director de un canal de televisión propiedad de un príncipe saudí.

Sin embargo, las reformas de Abdulá no se extendieron a la política y tras la 'Primavera Árabe', sus fuerzas de seguridad reprimieron toda forma de disensión, encarcelando a críticos abiertos de la familia gobernante junto a mujeres conductoras y milicianos islamistas.

A medida que la población saudí crece y con el descenso de los precios del petróleo, los Al Saud deberán tener que esforzarse cada vez más por mantener sus generosos gastos en beneficios sociales para los ciudadanos de a pie, potencialmente minando su futura legitimidad en un país donde no hay elecciones, según los analistas.

El rey Salman había hablado previamente contra la idea de introducir la democracia en Arabia Saudí en comentarios a diplomáticos estadounidenses registrados en cables diplomáticos sacados a la luz por WikiLeaks.

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