SAO PAULO/BRASILIA 4 Mar. (Reuters/EP) -
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, busca desactivar este miércoles una rebelión en el Congreso de legisladores molestos con sus planes de austeridad presupuestaria y con su gestión del escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
Rousseff tiene previsto reunirse con líderes legislativos de su coalición, según ha informado su oficina. El martes el Senado rechazó un decreto presidencial que habría aumentado los impuestos sobre las nóminas para las empresas, medida con la que se buscaba reducir el creciente déficit presupuestario de Brasil.
La maniobra en el Congreso fue una de las señales más evidentes hasta ahora de cómo los daños colaterales del escándalo en Petrobras amenazan a la agenda económica de Rousseff y podrían además empeorar la recesión que se prevé para este año en Brasil.
La decisión del Congreso "muestra la creciente dificultad para (aplicar) iniciativas que podrían ayudar con los recortes presupuestarios", ha opinado Alessandra Ribeiro, economista de la consultora Tendencias, con sede en Sao Paulo.
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El último revés para Rousseff se originó en dos sucesos casi simultáneos durante la noche del martes. Primero, el presidente del Senado, Renan Calheiros, miembro formal de la coalición gobernante, rechazó el decreto de austeridad de Rousseff. Calheiros adujo razones de procedimiento.
Horas después, el principal fiscal de Brasil pidió al Supremo Tribunal Federal que abriera investigaciones sobre 54 personas --la mayoría de los cuales serían políticos--, que presuntamente se beneficiaron de las prácticas de corrupción en Petrobras.
Según la ley brasileña, solo el máximo tribunal puede juzgar casos contra los líderes políticos. Los nombres de la lista no se publicaron.
No obstante, numerosos medios locales afirmaron que Calheiros será uno de los investigados. Según 'Folha de S.Paulo', que cita a aliados de Calheiros no identificados, su rechazo al decreto tributario de Rousseff fue una táctica de presión para manifestar al Gobierno su molestia por su inclusión en la lista. Un portavoz de Calheiros aseguró desconocer si el político está en la lista y no quiso hacer más comentarios.
Políticos y analistas financieros discutían este miércoles sobre el efecto práctico inmediato de la maniobra de Calheiros. La oficina de Rousseff ha dicho que su objetivo de ahorro fiscal no se verá afectado y que enviará un nuevo proyecto al Congreso para subir los impuestos sobre las nóminas para las empresas.
Sin embargo, ante la incertidumbre de cuándo el Congreso aprobará la medida, a algunos asesores y analistas les preocupa que el alza del impuesto tome mas tiempo del usual.