LONDRES, 15 Jul. (EP/AP) -
La Policía británica liberó el domingo a dos hombres fueron arrestados en un hospital que había contratado a un médico iraquí, el principal sospechoso de los fallidos ataques con automóviles cargados de explosivos en Londres y Glasgow.
La Policía dijo que no se presentarán cargos contra los dos hombres, cuyos nombres no fueron revelados. Las autoridades sólo indicaron que tenían 24 y 27 años. Bilal Abdula, un médico de 27 años al que la policía británica acusado la semana pasada de conspirar para detonar los explosivos, trabajaba en el mismo hospital.
El sábado, la Policía presentó acusaciones contra otros dos médicos por su presunta relación con los fallidos ataques, y un juez le dio a los investigadores una semana más para interrogar a un doctor jordano sospechado de haber desempeñado algún papel en los atentados.
En total, tres personas han sido acusadas desde que las autoridades encontraron dos vehículos cargados con cilindros de gas y clavos en el centro de Londres el 29 de junio. Al día siguiente, dos hombres estrellaron una camioneta Jeep Cherokee en llamas y cargada con envases de gasolina y gas contra las barreras de seguridad de la principal terminal del aeropuerto de Glasgow.
El médico indio Sabeel Ahmed, de 26 años, fue acusado el sábado de retener información que podría prevenir un hecho terrorista.
Se cree que su hermano, Kafeel Ahmed, se prendió fuego después de estrellar el vehículo contra el aeropuerto, y se encuentra internado en un hospital escocés con quemaduras graves.
Sabeel Ahmed fue arrestado en Liverpool el día siguiente al ataque de Glasgow, y deberá presentarse en un tribunal de Londres el lunes.
Muhammad Haneef, un primo lejano que en el pasado compartió una casa con los hermanos en Gran Bretaña, fue acusado el sábado en Australia de apoyar a un grupo terrorista. Tiene 27 años.
Un juez británico también le ofreció a la policía plazo hasta el 21 de julio para que interrogue al médico jordano Mohammed Asha, de 26 años, detenido en una carretera de Inglaterra el 30 de junio.
Su esposa, que también fue detenida, fue liberada el jueves sin cargos. Bajo las leyes británicas, la Policía debe presentar acusaciones en un plazo máximo de 28 días después de un arresto.
