BOGOTÁ, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y su antecesor inmediato, Álvaro Uribe, han mantenido este miércoles una reunión de tres horas en la Casa de Nariño para pactar una salida a la crisis del proceso de paz, después de que la ciudadanía rechazara el acuerdo entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Santos invitó el martes a Uribe y el también ex presidente Andrés Pastrana --principales promotores del 'no'-- a reunirse con él en la Casa de Nariño este miércoles para explorar las alternativas con las que lograr la anhelada paz.
"Agradecemos al señor presidente de la República la cita que nos concedió hoy", ha dicho Uribe en una comparecencia ante los medios de comunicación en la explanada de la Casa de Nariño, a donde ha vuelto después de seis años.
La de este miércoles es la primera reunión entre ambos desde el inicio de las negociaciones de paz con las FARC, en 2012, que rompieron la relación política y de amistad iniciada en el Gobierno de Uribe, donde Santos ejerció de ministro de Defensa.
Uribe ha transmitido a Santos "los ajustes y las proposiciones iniciales que deberán introducirse a los textos de La Habana para buscar un nuevo acuerdo de paz que vincule a la totalidad de los colombianos". "El presidente expresó voluntad para lograrlo", ha contado.
Las críticas de Uribe se han centrado en "la impunidad total" --"instituciones como la justicia deben ser mejoradas, no sustituidas"-- y en "la elegibilidad política de personas responsables de delitos de lesa humanidad".
También ha señalado su "preocupación" por "los valores de familia" y ha advertido de que "un acuerdo que ponga en riesgo la iniciativa privada cierra las posibilidades de superación de la pobreza y de construcción de la equidad".
Uribe ha reiterado a Santos "la necesidad de que las FARC cesen todos sus delitos", pero también "de que sus integrantes gocen de efectiva protección". Incluso ha propuesto "soluciones jurídicas y económicas vinculadas a la eliminación del narcotráfico que sean inmediatas para los guerrilleros rasos no incursos en delitos de lesa humanidad".
Asimismo, ha insistido en la necesidad de que el Gobierno conceda "un alivio judicial sin impunidad, por intermediación de las instituciones colombianas", a los miembros de la Fuerza Pública --policías y militares-- por los delitos cometidos durante la guerra.
"Haremos de nuestra parte todo el esfuerzo para aportar en la construcción de un buen consenso para nuestra democracia", ha prometido y ha subrayado la importancia de que, pese a la división generada en el plebiscito, el nuevo proceso de paz se desarrolle sin violencia.
Uribe ha solicitado igualmente a la ONU "que acompañe esta nueva etapa de la democracia colombiana porque el resultado del domingo rechazó los acuerdos, pero reafirmó el deseo unánime de paz". "Pedimos apoyo y comprensión a la comunidad internacional porque es mejor la paz para todos los colombianos que un acuerdo débil para la mitad", ha esgrimido.
El ex presidente ha indicado que la reunión que Santos y él han iniciado este miércoles "continuará mañana a través de comisionados de diversos sectores representativos de la campaña por el 'no'".
El 50,21 por ciento de los colombianos votó el domingo en contra del acuerdo de paz, dejándolo así sin efecto. Ahora planea la posibilidad de reabrir las negociaciones con las FARC pero con una delegación más plural en la que participen también los partidarios del 'no'.
