NUEVA YORK, 21 (EUROPA PRESS)
Sean Spicer, secretario de prensa de la Casa Blanca, ha presentado este viernes su dimisión ante el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en protesta por el nombramiento de Anthony Scaramucci como nuevo jefe de Comunicaciones del Gobierno.
Según recoge la prensa estadounidense, Trump ofreció a Scaramucci el cargo a las 10.00 (hora local) y Spicer presentó su dimisión acto seguido.
Spicer advirtió a Trump de que la designación de Scaramucci "ha sido un gran error" y rechazó los intentos del presidente para que siguera en el cargo, según fuentes con conocimiento de la conversación.
"Le agradezco a Sean el trabajo que ha hecho en mi Administración y para el pueblo estadounidense. Le deseo que siga teniendo éxito en su búsqueda de nuevas oportunidades. Solo hay que ver sus 'rating' de televisión", ha dicho Trump en un comunicado, confirmando la renuncia de su portavoz.
Por su parte, Spicer ha afirmado que "ha sido un honor y un privilegio servir al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y a este increíble país". "Seguiré en el cargo hasta agosto", ha indicado en su cuenta oficial de la red social Twitter.
El puesto que va a desempeñar Scaramucci había quedado vacante por la dimisión el pasado mes de mayo de Michael Dubke, lo que había obligado a Spicer a doblar funciones como jefe de prensa y de comunicaciones.
El propio Scaramucci ha anunciado en un breve encuentro con los corresponsales en la Casa Blanca que Sarah Sanders es la elegida para ejercer de jefa de prensa.
Scaramucci, un economista de 50 años, ha sido uno de los más férreos defensores de Trump durante sus comparecencias en televisión. Además, ha contribuido a recaudar fondos para la campaña republicana, aunque no la de Trump, sino a las de sus rivales Jeb Bush, ex gobernador de Florida, y Scott Walker, gobernador de Wisconsin.
En un primer momento, Scaramucci era uno de los principales candidatos para el cargo de embajador ante la Organizacón para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en París. Sin embargo, como fundador de la firma de inversión SkyBridge Capital, se vio obligado a vender su parte en la compañía para evitar conflictos de intereses.
