MADRID, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Líbano, Michel Suleiman, ha solicitado al partido-milicia chií Hezbolá que ponga fin a su intervención en el conflicto en Siria y ha destacado que "las capacidades nacionales no pertenecen a ninguna facción o secta".
"Las capacidades nacionales, que son el Ejército, el Estado y la resistencia, pertenecen a la nación y no pueden ser sesgadas. La nación ha de decidir cómo utilizarlas", ha destacado, según ha informado el diario libanés 'The Daily Star'.
En este sentido, ha indicado que Hezbolá "no puede tener el monopolio sobre las intervenciones en los asuntos internos y externos", al tiempo que ha abogado por incluir las capacidades del grupo bajo el control del Estado.
Así, Suleiman ha abogado por el retorno de todos los libaneses "a la nación" para "proteger la resistencia", en un mensaje velado a Hezbolá.
El partido-milicia ha mantenido durante el conflicto en Siria su apoyo al presidente, Bashar al Assad, y ha abogado públicamente por la resolución política del conflicto y por la introducción de reformas democráticas en el país.
Sin embargo, en los últimos meses ha participado junto a las fuerzas de seguridad sirias en varios combates contra grupos opositores armados, especialmente en la localidad de Qusair, ubicada cerca de la frontera común. En dichos enfrentamientos, el papel de Hezbolá fue fundamental para que el Ejército recuperara el control de la ciudad.
La intervención del grupo en el conflicto supuso una violación de la Declaración de Baabda, firmada por todas los partidos políticos del país, que estipula la neutralidad de Líbano ante los eventos en la región, limitando su papel al control de la frontera y el tráfico de armas y combatientes.
El Ejército Libre Sirio (ELS), de tendencia revolucionaria y laica y asociado con la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y de la Revolución Sirias (CNFORS), ha denunciado en varias ocasiones que las operaciones de Hezbolá se han extendido a otros puntos del país y ha advertido que atacará al grupo en el interior de Líbano.
En los últimos meses se han registrado varios ataques con proyectiles y atentados en bastiones de Hezbolá en el valle de la Bekaa, ubicada cerca de la frontera, así como en una de sus sedes en la capital, Beirut.