WASHINGTON, 22 Abr. (Reuters/EP) -
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha anunciado este lunes que se pronunciará sobre el grado de protección al que tiene derecho la comunidad LGTBI en el ámbito laboral, en concreto para determinar si está cubierta por la Ley de Derechos Civiles de 1964.
El Título VII de dicha normativa prohíbe a las empresas discriminar a los empleados por razones de sexo, raza, origen y religión. Ante la duda sobre el alcance de dicho apartado, y a raíz de sendas denuncias de dos gays que alegaron que habían sido despedidos por su orientación sexual, el Supremo ha decidido asumir la batuta.
El Gobierno de Donald Trump sostiene que la ley no establece una especial protección por razones de orientación sexual o identidad de género, en contra de los criterios que había venido marcando en este ámbito la anterior Administración, presidida por Barack Obama. La batalla judicial gira en torno a qué se entiende por el término "sexo" en el Título VII.
La corte, que no prevé pronunciarse hasta el próximo curso judicial --arranca en octubre--, asume de esta forma su primer gran polémica social desde el nombramiento en 2018 del magistrado conservador Brett Kavanaugh. Este juez ocupó el asiento que dejó vacante Anthony Kennedy, también conservador pero defensor de los derechos LGTBI.
La mayoría se inclina a favor de los conservadores, por cinco votos a cuatro y, junto a Kavanaugh, también hay otro juez nombrado por el actual presidente norteamericano: Neil Gorsuch.
