MADRID 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Exteriores de Turquía, Ahmet Davutoglu, ha acusado este martes al Partido Unión Democrática (PYD) --el más importante representante de la comunidad kurda siria-- de "no mantener su promesa", en respuesta al anuncio de creación de un Gobierno autónomo interino en el Kurdistán sirio.
"Les pedimos que evitaran la declaración de una administración 'de facto' que pudiera dividir Siria. Les pedimos que se distanciaran del régimen (del presidente, Bashar al Assad)", ha sostenido, durante una entrevista concedida a la cadena de televisión turca NTV.
Así, Davutoglu ha acusado al grupo kurdo de adoptar una postura "ambivalente". "El error más grave que está cometiendo el PYD es presionar a otros grupos opositores kurdos en las zonas que controla. Recibimos muchas quejas de kurdos (del norte de Siria), y esperamos que cambien su actitud", ha remachado, según ha recogido el diario turco 'Today's Zaman'.
En un comunicado recogido por el portal de noticias All4Syria, el comité encargado del anuncio de creación del Gobierno autónomo ha señalado que el naciente organismo estará compuesto por 75 personas y ha agregado que en un plazo de 40 días se creará un comité encargado de redactar una Constitución.
Asimismo, ha apuntado que "cada partido ha de facilitar un número de miembros para representarlo ante la autoridad interina, que estará integrada por todos los componentes que participarán en el proceso de elecciones".
Posteriormente, este organismo "creará una administración democrática interina tras la finalización de la Constitución", mientras que una comisión interina será autorizada para redactar la legislación que regirá los comicios.
"La administración interina es una autoridad ejecutiva de transición y creará sus instituciones para facilitar sus trabajos a nivel político, económico, sociocultural y securitario", ha añadido el comité.
En este sentido, ha detallado que "las fuerzas de seguridad tendrán como misión garantizar la seguridad y estabilidad en las zonas kurdas y se ceñirán al Derecho Internacional y a todas las resoluciones y convenciones aplicables".
El comité se ha comprometido a organizar "elecciones honestas, abiertas a los observadores y a las ONG internacionales y regionales" en un plazo de seis meses desde la creación de la administración democrática interina.
AVANCES SOBRE EL TERRENO
El anuncio ha llegado en el marco de avances logrados por los grupos armados kurdos, entre los que destacan las Unidades de Protección Popular (YPG), en sus combates en la zona contra la guerrilla extremista Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS), vinculada a la organización terrorista Al Qaeda, y otros grupúsculos asociados.
Las YPG, que controlan la mayoría de las ciudades kurdas de las provincias de Al Hasaka y Alepo, están formadas por jóvenes del Kurdistán sirio con el apoyo de la Unión Democrática Kurda (PYD) y bajo el mando del Comité Supremo Kurdo.
Este grupo, fundado en 2004 después de las revueltas en Qamishli, se declaró de forma oficial tras el inicio de la revolución siria y se ha alzado en armas tanto contra el Gobierno de Bashar al Assad como contra la actual oposición armada.
En julio de 2012, se hizo con varias localidades mayoritariamente kurdas de la provincia de Alepo y desde entonces han asumido la responsabilidad de garantizar la seguridad de las poblaciones kurdas. Pese a su extracción mayoritariamente kurda, entre sus miembros figuran milicianos árabes descontentos con la actual oposición armada siria.
Las milicias kurdas, que han aprovechado el actual conflicto armado sirio para reclamar los derechos que les han sido negados durante años por Damasco en el noroeste del país, han expresado su temor de que el triunfo de los movimientos rebeldes no contribuya a la consecución de la ansiada autonomía y han recordado, al respecto, el apoyo dispensado por las autoridades turcas --enfrentadas a sus propios independentistas kurdos-- a los insurgentes sirios.
Desde que comenzó la guerra civil en Siria, en marzo de 2011, más de 110.000 personas han muerto a causa de los combates y más de seis millones de personas, incluido un millón de niños, se han visto obligadas a abandonar sus hogares.
TEMOR DE ANKARA
El Gobierno turco teme que los avances del PYD en sus intentos de conseguir una mayor autonomía puedan envalentonar al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en suelo turco, y acaben poniendo en peligro el proceso de paz.
Las conversaciones de paz entre el PKK y el Gobierno turco comenzaron en octubre, con el objetivo de dar fin al conflicto que ha provocado más de 40.000 muertos en tres décadas, y que ha detenido el crecimiento de la región del sudeste de Turquía, de mayoría kurda.
Los líderes kurdos han hecho un llamamiento al Gobierno turco para llevar a cabo las reformas previstas en las conversaciones de paz con Ocalan, sin embargo, Ankara ha asegurado que para cumplir su parte del trato, los kurdos tienen que acelerar la retirada de su tropas del norte de Irak.
Estas reformas incluyen pasos para impulsar los derechos de la minoría kurda, incluyendo la abolición de la ley antiterrorista bajo la cual miles de kurdos han sido encarcelados por su relación con el PKK. A través de las reformas también podría garantizarse el derecho a recibir una educación en lenguaje kurdo, así como disminuir el número de votos que necesitan los partidos para entrar en el Parlamento.
El domingo, el líder del PKK, Abdulá Ocalan, afirmó que el proceso de paz ha alcanzado un punto crítico, y, si bien dijo que sigue en marcha, matizó que "camina sobre una fina capa de hielo". Así, recalcó que "la mayoría de los pasos y los sacrificios han sido hechos únicamente por una de las partes", en referencia a la formación kurda.
"Pese a ello, incluso si la voluntad de avanzar es unilateral, estamos decididos a perseguir nuestro deseo de paz frente a todas estas negativas", agregó. "Una etapa esencial del proceso es construir una base legal para la democratización lo antes posible", remachó.