ESTAMBUL (TURQUIA), 12 (del corresponsal de EUROPA PRESS, Ildefonso González)
La Justicia turca imputó hoy al hombre de 39 años que el pasado martes secuestró durante unas horas un avión de pasajeros, si bien descartó cualquier vinculación entre éste y organizaciones terroristas como el ilegal Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), según informó la agencia Anatolia.
Un tribunal de Ankara acusó a Mehmet Goksingol de secuestro de un avión, restricción de la libertad personal y violación de la seguridad laboral, por lo que ordenó su traslado a una cárcel de máxima seguridad de la capital turca a la espera de juicio. Unas horas antes, un fiscal antiterrorista había excluido el móvil terrorista y recomendado que el caso fuese tratado como un incidente criminal.
Goksingol secuestró el pasado martes un Boeing 737-800 de la aerolínea privada turca Pegasus Airlines que cubría el trayecto Diyarkabir-Estambul. El hombre amenazó con activar una supuesta bomba si el aparato no era desviado inmediatamente a Teherán. Sin embargo, el avión acabó aterrizando en el aeropuerto internacional de Esenboga, en Ankara, y Goksingol se entregó voluntariamente a las fuerzas especiales de seguridad media hora después.
Los 174 pasajeros y seis tripulantes que iban bordo no sufrieron ningún daño y las autoridades no hallaron restos de explosivos ni en el secuestrador ni dentro del avión. Goksingol, de 39 años, es natural de Diyarkabir, una provincia del este de Turquía de mayoría kurda, y tiene antecedentes por varios delitos como tráfico de drogas, peleas y posesión ilegal de armas. Ahora podría ser condenado a una pena de hasta diez años de cárcel, según le legislación turca.
Según testigos presenciales, Gokcingol se encontraba bajo los efectos de algún tipo de estupefaciente cuando secuestró el aparato. Mientras, la prensa local se preguntaba hoy cómo un hombre al que la Policía estaba buscando desde hace dos años pudo subir libremente al avión.
Se trató del segundo secuestro de un avión turco en los últimos seis meses. El pasado octubre, otro ciudadano turco tomó un avión de pasajeros cuando sobrevolaba espacio aéreo griego y demandó que aterrizase en Italia, donde pretendía pedir asilo político para evitar cumplir el servicio militar en su país.