Tusk defiende el reparto de cargos ante una Eurocámara crítica pero que no plantea el veto

Donald Tusk
Donald TuskJerry Lampen/ANP/dpa
Actualizado: jueves, 4 julio 2019 13:46

BRUSELAS, 4 (EUROPA PRESS)

El presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, ha defendido este jueves el reparto de altos cargos de las instituciones comunitarias cerrado entre los jefes de Estado y de Gobierno, porque cree que es el resultado de "buenas decisiones", y lo ha hecho ante un pleno del Parlamento Europeo en el que los principales grupos han criticado la negociación a espaldas de los eurodiputados aunque ninguno ha llegado a plantear la amenaza de veto.

"Creo que son buenas decisiones, por primera vez en nuestra historia el Consejo europeo propuso los nombres de dos mujeres y dos hombres para liderar las instituciones clave de la UE", ha declarado Tusk para defender el nuevo diseño, que sitúa a la ministra de Defensa alemana Ursula von der Leyen al frente de la Comisión Europea.

La jerarquía pactada por los líderes reserva a los liberales la presidencia del Consejo europeo, con el belga Charles Michel; y la presidencia del Banco Central Europeo para la conservadora francesa Christine Lagarde; mientras que el puesto de Alto Representante de Política Exterior de la UE será para el socialista español Josep Borrell.

"Llevó tres días porque quise estar seguro de que cada Estado miembro, grande o pequeño, de todos los rincones de Europa, estuviera a bordo en lo que se refiere al liderazgo futuro de la Unión", ha argumentado Tusk, quien ha renunciado a su intervención final para dar réplica a las críticas que ha recibido por el modo de conducir la negociación.

En cualquier caso, en su primer discurso antes de escuchar a los eurodiputados, el que fuera primer ministro polaco ha asegurado que "aún hay margen para mejorar" la presencia de los países de la Europa central y del este en la arquitectura europea, aunque no ha aclarado cómo.

El reparto negociado durante tres días sin descanso en Bruselas ha provocado un profundo malestar en la Eurocámara, cuyos representantes exigían que fuera uno de los cabeza de lista de los partidos europeos a las elecciones de mayo quien presidiera el Ejecutivo comunitario.

Los eurodiputados también reaccionaron con enfado al hecho de que los Veintiocho apuntaran al socialista búlgaro Sergei Stanishev como el que debería ser el próximo presidente de la Eurocámara para respetar el equilibrio geográfico y asegurar un puesto a los países del Este.

Incluso el grupo de los Socialistas europeos recibieron esta recomendación como un intento de injerencia y, tras una tensa reunión de varias horas, eligieron al italiano David-Maria Sassoli como su candidato. Sassoli fue finalmente elegido presidente de la Eurocámara el miércoles, con el apoyo expreso del PPE y de los Liberales.

Así las cosas, Tusk ha insistido en que el Consejo que forman los líderes tiene tanta "legitimidad democrática" como la Eurocámara, ha considerado que "estas pequeñas disputas no tienen sentido" y ha apelado a la responsabilidad de las instituciones para evitar bloqueos y trabajar juntas por un proyecto común.

La designación de la candidata alemana como próximo presidenta de la Comisión Europea es el único de los cuatro puestos clave sobre el que la Eurocámara tiene poder de veto, ya que podría votar en contra del mismo. Está previsto que los eurodiputados voten este nombramiento en el próximo pleno de julio, en concreto en la jornada del martes 16.

CRÍTICAS DE LOS GRUPOS PERO NINGÚN VETO

Sobre este asunto, el vicepresidente del grupo del Partido Popular Europeo (PPE), Esteban González Pons, ha criticado con dureza el modo en que los líderes han negociado el reparto y ha avisado de que "el futuro de Europa debe dejar de decidirse a puerta cerrada y en conspiraciones secretas".

"Preferimos las urnas a los cuartos cerrados", ha dicho el eurodiputado 'popular', para quien los intereses "legítimos" de los gobiernos "no pueden imponerse por la fuerza de los estados a la voluntad de los ciudadanos representados en el Parlamento".

Pese a la aireada protesta, González Pons ha anunciado que su grupo votará a favor de la designación de Von der Leyen, con la condición de que desde la jefatura de la Comisión negocie con los eurodiputados su programa.

De la política alemana ha destacado, además, que al frente del puesto de mayor responsabilidad en la UE estará por primera vez una mujer, y que será además de la familia conservadora.

También la presidenta de Socialistas y Demócratas (S&D), Iratxe García, ha dejado ver el malestar de su grupo por el modo en que se ha resuelto el reparto, ya que ha quedado fuera el holandés Frans Timmermans, cabeza de lista de los socialistas en las europeas y cuyo nombre se situó al frente de la Comisión durante casi toda la negociación hasta que fue vetado por varios países, entre ellos Italia y los del Este.

"Nuestro candidato fue descartado por defender los valores de la Unión y el Estado de derecho, pero trabajaremos con más energía para hacer que esos valores se respeten", ha dicho García.

La socialista, que no ha aclarado cuál será el sentido del voto de su grupo sobre Van der Leyen, pero tampoco ha expresado la idea de bloqueo, sí ha enumerado prioridades como la justicia social y la lucha contra el cambio climático como claves que tendrá que tener el programa de la próxima Comisión para contar con su apoyo.

La tercera fuerza en la Eurocámara, los Liberales rebautizados como 'Renovar Europa', se ha sumado a las críticas por lo que consideran un reparto desigual que ignora a los países del Este.

El presidente del grupo, el rumano Dacian Ciolos, ha lamentado que la Europa central y del este "no esté correctamente representada", pero ha apuntado soluciones más a largo plazo y aprovechar la próxima legislatura para construir un nuevo proceso "transparente y democrático" para elegir a quienes dirigen Europa.

Por parte de los Verdes, el copresidente Philip Lambert ha insistido en la decisión de vincular el reparto al programa al que se deberán comprometer en la nueva Comisión para los próximos cinco años, lo que también deberá pasar, ha dicho, por la justicia social, la lucha contra el cambio climático y una Europa más democrática.

En su discurso inicial, Tusk ha tenido palabras de especial atención para el grupo ecologista, que no está representado en las tomas de decisiones en el Consejo porque no hay Gobiernos liderados por Los Verdes. Por ello, Tusk ha pedido a los Veintiocho y a las principales fuerzas en la Eurocámara que potencien la cooperación con ellos.

El portavoz de los Conservadores y Reformistas, el checo Antoni Legutko, ha celebrado, por su parte, que el sistema de cabezas de lista haya "muerto" tras las negociaciones a Veintiocho en las que quedó descartado Timmermanas, quien durante su vicepresidencia de la Comisión responsable del Estado de derecho ha vivido una tensa legislatura con Polonia y Hungría.

El portavoz del grupo ultraderecha y euroescépticos Identidad y democracia (ID), el italiano Marco Zanni, ha arremetido contra las instituciones y ha pedido al resto de grupos críticos con el sistema que voten en contra de la candidata a presidir la Comisión si quieren ser "coherentes" con sus discursos.

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