UE.- Los líderes europeos pedirán mañana al G-20 que no retire las medidas anticrisis porque hay riesgo de recaída

Actualizado: miércoles, 16 septiembre 2009 23:14

Discutirán los límites a los bonus de los banqueros y la financiación de la lucha contra el cambio climático

BRUSELAS, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete celebran mañana una cumbre extraordinaria para pactar una posición común de cara a la cumbre del G-20 que tendrá lugar los días 25 y 26 de septiembre en Pittsburgh (Estados Unidos). Los líderes europeos reclamarán que no se retiren todavía las medidas anticrisis porque persisten los riesgos de recaída en la crisis económica. Además, discutirán sobre la imposición de límites a las primas de los banqueros y sobre la financiación de la lucha contra el cambio climático.

La reunión consistirá en una cena de trabajo que comenzará a las 19 horas. Dado que Reino Unido ostenta la presidencia del G-20, el primer ministro británico, Gordon Brown, expondrá a sus homólogos europeos los últimos progresos realizados en la reforma de la arquitectura financiera internacional. Además, el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, presentará a los 27 su propuesta de dedicar 15.000 millones de euros al año a la altura de 2020 para ayudar a los países pobres a luchar contra el cambio climático. Está previsto que la cena termine alrededor de las 22:00 horas con ruedas de prensa de los líderes.

En un debate previo a la cumbre celebrado este miércoles en la Eurocámara, el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, aseguró que los planes de estímulo de los países de la UE -cuyo importe, sumado a las prestaciones por desempleo, asciende al 5,5% del PIB europeo- "han logrado detener la caída libre de la economía" y han traído "los primeros síntomas de estabilización".

No obstante, Almunia resaltó que "no estamos en condiciones hoy en día de asegurar que la actividad económica se puede sostener por sí sola si le retiramos los estímulos". "Existen, incluso con los estímulos que se están aplicando, riesgos de recaída dada la progresión del desempleo, extraordinariamente preocupante, y las debilidades aún no resueltas en el sistema financiero", explicó el responsable de Asuntos Económicos.

ESTRATEGIAS DE SALIDA

Por este motivo, Almunia insistió en "la necesidad de mantener por el momento las medidas temporales de apoyo, sin perjuicio de la necesidad de diseñar desde ahora una estrategia de salida coordinada" para reducir el déficit y la deuda.

También España defenderá, tanto en la cumbre de este jueves como en la reunión del G20, que los esfuerzos fiscales emprendidos por los Estados no se retiren "de repente" sino que se haga de una manera planificada.

Asimismo, pedirá que las ayudas a los desempleados y las medidas sociales se mantengan porque, aunque hay signos de una cierta recuperación económica, eso no significa que el desempleo deje de crecer.

El presidente Zapatero incidirá igualmente en el hecho de que es hora ya de ocuparse de la reforma del sistema financiero y abordar la supervisión de los organismos financieros, según informaron a Europa Press fuentes de Moncloa.

SIN MARCHA ATRÁS EN LAS REFORMAS

También Almunia subrayó que la cumbre del G-20 debe servir para avanzar en las reformas del marco de regulación y supervisión del sistema financiero internacional para evitar que se repitan crisis como la actual. "Estamos asistiendo a un punto de inflexión radical frente a casi tres décadas dominadas por el paradigma de la desregulación y las teorías sobre la supuesta infalibilidad de los mercados financieros", indicó.

En este sentido, el comisario de Asuntos Económicos pidió a los líderes del G-20 que lancen un "claro mensaje político" sobre el carácter irreversible de estas reformas. "Que nadie pueda pensar que una vez que hemos superado lo peor de esta crisis puedan volver a producirse las prácticas anteriores que generaron la crisis como si nada hubiera pasado", dijo.

Almunia señaló que la cumbre del G-20 debe aprovecharse también para proseguir con la reforma de las instituciones financieras internacionales. Recordó que la UE ya se ha comprometido a aumentar hasta 125.000 millones de euros su contribución al Fondo Monetario Internacional (FMI). El objetivo de la medida es reforzar los recursos de este órgano para salir al rescate de los países con problemas para financiar su deuda debido a la crisis.

El comisario de Asuntos Económicos apoyó la demanda de los países emergentes de mejorar su representación en los órganos de gobierno del FMI y defendió de nuevo que la UE tenga una voz única, algo a lo que se oponen los Estados miembros. "La mejor representación de la UE en esos órganos es una representación única", dijo.

Por su parte, el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeltdt, explicó que en la cumbre de este jueves se discutirán "los signos de recuperación económica, el diseño de las futuras estrategias de salida, los futuros modelos de crecimiento, la aplicación de las reformas de los mercados financieros, incluyendo la remuneraciones en los bancos, el fortalecimiento y la reforma de las instituciones financieras internacionales, el comercio internacional y la asistencia a los países en vías de desarrollo y el cambio climático".

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, adelantó este martes tras reunirse en París con el primer ministro británico, Gordon Brown, que Pittsburgh debe de ser un éxito y que se tienen que tomar medidas "concretas y precisas". "Los dos queremos no declaraciones de principio sino cifras, calendarios, compromisos", advirtió.

En la misma línea, Brown subrayó que Londres y París están de acuerdo en que se necesita "acción" y no solo "palabras y principios", para que una economía todavía "débil" continúe su proceso de recuperación, se posibilite el crecimiento a largo plazo de la economía mundial y se fomente la creación de empleo.

Por lo que se refiere a la lucha contra el cambio climático, Sarkozy adelantó que Francia y Reino Unido llevarán una propuesta común a Nueva York para intentar desbloquear la situación y facilitar un acuerdo en la cumbre de diciembre en Copenhague. El mandatario francés advirtió de que se necesitará "mucha solidaridad" con los países emergentes.