KUALA LUMPUR, 31 Ene. (Reuters/EP) -
Los últimos enfrentamientos entre la Policía y los rebeldes filipinos han desembocado en un "retroceso temporal" de las conversaciones de paz entre Gobierno y el Frente Moro Islámico de Salvación (MILF, por sus siglas en inglés), según la negociadora principal del Ejecutivo filipino, que ha pedido a la guerrilla que recupere la senda del diálogo.
El grave ataque del pasado domingo en Mamasapano (sur del país), que dejó 44 agentes muertos puso punto y final a tres años de un alto el fuego abierto en 2012 que culminó con el acuerdo de paz de marzo de 2014 que puso fin, en principio, a un conflicto que ha dejado más de 120.000 muertos y dos millones de desplazados.
Con todo, el Gobierno no pierde la esperanza. "Por favor, mantened el rumbo con nosotros", ha pedido este sabado a los rebeldes la negociadora Miriam Coronel-Ferrer. "La otra alternativa es impensable. No creo que nadie quiera regresar a los años 70", ha añadido, en referencia a los momentos más cruentos del conflicto.
Como gesto de buena fe, rebeldes y Gobierno se reunieron ayer en Malasia para ratificar el acuerdo por el que la guerrilla se compromete a entregar sus armas, mientras el presidente de Filipinas, Benigno Aquino, ha iniciado conversaciones con el Parlamento para que no abandone su propuesta de conceder más autonomía a las regiones musulmanas, origen de más de 45 años de insurgencia.
