ROMA 24 (EUROPA PRESS)
El Papa Benedicto XVI alertó hoy del pecado que supone la producción de programas, películas de animación y videojuegos que, dirigidos a un publico menor, muestran contenidos violentos en nombre del entretenimiento, una forma de "perversión" que hace de los jóvenes "víctimas de la violencia, la explotación y el abuso".
"Toda tendencia a producir programas, incluso películas de animación y videojuegos, que exaltan la violencia y reflejan comportamientos antisociales o que, en nombre del entretenimiento, trivializan la sexualidad humana, es perversión, y mucho más cuando se trata de programas dirigidos a niños y adolescentes", escribió Benedicto XVI en el mensaje de este año con motivo de la 41 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de 2007 que llevará como tema: 'Los niños y los medios: un reto para la educación'. Este año se celebrará el domingo 20 de mayo.
En el mensaje, presentado hoy en la Sala de Prensa del Vaticano con motivo de la festividad del patrón de los periodistas San Francisco de Sales, el Papa comparó esta forma de actuación con el mensaje de Cristo, cuando dijo que "aquél que escandaliza a uno de estos pequeños más le vale que le pongan al cuello una piedra de molino".
Asimismo, exhortó a los responsables de la industria de los medios para que formen y motiven a los productores "a salvaguardar el bien común, a preservar la verdad, a proteger la dignidad humana individual y a promover el respeto por las necesidades de la familia", continuó explicando de Benedicto XVI.
El mensaje del Pontífice se centra en dos aspectos: la educación de los niños a través de los medios de comunicación y la "responsabilidad cívica" de los medios en esta formación, y la educación de la conciencia de los niños para que sean capaces de "expresar juicios serenos y objetivos que después les guíen en la elección o rechazo de los programas propuestos".
La educación para los medios, según indicó el Papa, es un ejercicio de libertad y se trata de una tarea exigente. En este sentido, advirtió, si los medios sólo proponen una "búsqueda insaciable de la novedad", esa libertad se convierte en condena. La auténtica libertad, según Benedicto XVI, es la de "elegir lo que es bueno, verdadero y bello, no de un modo discriminado sino deliberadamente".
En este aspecto, el Pontífice hizo una llamada a la industria de los medios para que ayuden a los padres y profesores en la educación de los niños promoviendo "la dignidad fundamental del ser humano, el verdadero valor del matrimonio y de la vida familiar, así como los logros y metas de la humanidad".
