MADRID, 19 Ene. (EDIZIONES) -
"Lo que vi era indescriptible", ha comentado Alfred Davies, coordinador de proyectos de Médicos Sin Fronteras (MSF) y que el martes se encontraba en el campo de desplazados de Rann, en el noreste de Nigeria, cuando fue bombardeado por error por la aviación del Ejército de Nigeria.
"La primera bomba cayó a las 12:30 e impactó a escasos metros de la oficina de la Cruz Roja. El avión regresó y, cinco minutos después, dejó caer un segundo proyectil", ha explicado, añadiendo que rápidamente "comenzaron a llegar decenas de heridos y siguieron viniendo durante horas".
"No hay palabras para describir el caos. Algunas personas llegaban con huesos rotos y la piel y la carne arrancadas; con los intestinos colgando hasta el suelo. Vi cuerpos de niños partidos en dos", ha explicado Davies.

MOHAMMED MUSOKE/MSF
"Lo que vi era indescriptible. En una hora contamos 52 muertos", ha precisado, explicando que MSF solo contaba en Rann con un médico y una enfermera que trabajaron junto con el personal del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y con "enfermeros militares" presentes en el campo.
"Lo más difícil para nuestro equipo es la frustración de no haber tenido suficientes recursos ni equipo médico para salvar a más heridos", ha reconocido, precisando que "una docena de personas murieron delante de nuestros ojos sin recibir la atención médica que tanto precisaban".
"HICIMOS TODO LO QUE PUDIMOS"
"Lo que nos permite seguir adelante después de esta terrible y traumática experiencia es saber que hicimos todo lo que pudimos a pesar de no contar con los recursos suficientes", ha asegurado Davies, lamentando que en el bombardeo perdieron la vida tres trabajadores de una empresa contratada por MSF para proporcionar servicios de agua y saneamiento en el campo.
Horas más tarde, Davies pudo visitar el cementerio, donde "había 30 tumbas nuevas" y también visitó la zona en la que cayeron las bombas. "Habían caído sobre casas", ha destacado, considerando que es algo "incomprensible".

MOHAMMED MUSOKE/MSF
"Reconocí el cuerpo de una mujer que había estado en la distribución de MSF esa misma mañana. Se le había proporcionado paquetes de alimento terapéutico para sus gemelos que sufrían desnutrición. Ahora los veía llorar, aferrándose al cuerpo inerte de su madre. No encuentro palabras", ha reconocido el coordinador de MSF.
NO HAY INSTALACIONES MÉDICAS
"En Rann solía haber un hospital pero el año pasado resultó dañado en los combates y, en estos momentos, no está en funcionamiento. La ciudad se quedó sin instalaciones médicas desde entonces", ha indicado Davies.
MSF había llegado a Rann el 14 de enero, ya que la localidad se encuentra en una zona que fue liberada recientemente por el Ejército nigeriano. Cuando llegaron, constataron que sus habitantes "no tenían nada" y que la semana anterior a su llegada "21 desplazados habían fallecido por desnutrición".
"Quienes han sobrevivido al bombardeo han vivido algo tan duro, tan violento... Rann era su refugio seguro. El Ejército debía protegerlos y en lugar de ello, les bombardeó. Tenemos que permanecer a su lado", ha defendido el responsable de MSF.

MOHAMMED MUSOKE/MSF